lunes, 8 de febrero de 2010

Reforma Política: ir, venir y demás vaivenes.

Esta a punto de comenzar el debate legislativo sobre la Reforma Política propuesta por Calderón a finales de 2009 y es sin lugar a dudas un momento de dudas compartidas, hasta hoy nadie sabe que es realmente lo que sucederá con esta reforma cuasi suicida, por un lado el PRI, que representa mayoría en el Senado, argumenta que no esta dentro de sus prioridades la reforma sino que al país le urgen cambios en materia económica y social, cosa sorpresiva, por que esos cambios también le hicieron falta durante los 70 años que el PRI gobernó y jamás se han logrado verdaderas soluciones y cuando se llevaron a cabo algunos parches fue por que las crisis en ambas materias, provocadas por ellos mismos, no les habían dejado otra salida. Por su lado el PAN apoya decididamente al presidente en esta empresa, pero con un amor ciego, sin reconocer que la reforma es carente en varios sentidos, obviamente no le iban a ver peros, no se esperaba otra cosa, y por su lado el PRD ve positivamente el caso, pero tiene sus reservas en varios puntos, por su lado los partidos pequeños como Convergencia, PT, PANAL y el PVEM se encuentran expectantes y con manifestaciones variadas tanto a favor como en contra de la misma.

Para seguir poniendo en contexto el asunto debo aclarar el ¿Por qué llamo cuasi suicida a la reforma de Calderón? Y es que los principales detractores de este iniciativa arguyen que tiene intenciones veladas, por un lado comenzar a trazar líneas para evitar el regreso del PRI a los pinos y por otro recomponer su tan lastimada imagen y popularidad cada vez mas menguada y con tendencia negativa, seguramente algo o mucho hay de eso, pero lo que si es un hecho, es que si Calderón hubiese querido verdaderamente impulsar su reforma lo habría hecho cuando las condiciones en el Senado le favorecían y no ahora que sabe que difícilmente pasará, sobre todo por ser este un año electoral en varios estados del país, pero que contiene la tan sonada y a veces esperanzadora reforma calderonista, entre otras cosas lo siguiente:

Reelección consecutiva para alcaldes y legisladores locales y federales por hasta 12 años, con lo que se pretende la profesionalización de los mismos y que comiencen a rendir cuentas a quienes los eligieron y no a los lideres partidistas, cosa en el fondo positiva, pero si la contrastamos con la realidad, este aspecto podría profundizar los cacicazgos locales tan encarnizados y arraigados en muchas partes del país, existe un riesgo que habrá que analizar detenidamente antes de aceptarlo, especificar candados y medios que enfaticen la transparencia y rendición de cuentas, y que como dice Denisse Dresser, los ciudadanos elevemos la vara de medición de nuestros gobernantes. Punto aparte es que no se aborda la reelección presidencial o de gobernadores, ya si le vamos a entrar al debate hagámoslo en serio, ya estamos grandecitos.

Reducción del congreso, que se quiten 100 diputados y que solo sean 96 senadores, en aras de la consecución de acuerdos, y aquí difiero de la propuesta por que considero que si vamos a eficientar a nuestros diputados y senadores es mucho mas positivo que permanezcan la divergencia de ideas y la pluralidad, a fin de mantener una representación fehaciente de la diversidad nacional en el Congreso de la Unión.

Aumentar el umbral de votos necesarios para conservar el registro como partido político o acceder a él, lo cual me parece razonable llevar del 2% al 4% el mínimo de votos, es un revés necesario a la clase política parasitaria y mentirosa que argumentando su supuesta cercanía al pueblo velan por intereses propios llámese PANAL, PT y hasta a veces Convergencia o PVEM, es una manera de obligar al activismo político de los distintos partidos para conseguir mas adeptos y responder al sector social que les brinda apoyo.

Iniciativa ciudadana, una de las joyas de esta reforma, que empodera a la sociedad al tener la facultad, a través de un proceso con respaldo popular , presentar iniciativas de ley al congreso, la gran tragedia llega cuando nos damos cuenta que si las propuestas de algunos diputados pasan de legislación en legislación metidas en una congeladora, poco se puede esperar de las iniciativas ciudadanas, a menos que se establezcan sistemas que obliguen al congreso a discutir un numero razonable de estas en cada periodo ordinario de sesiones en orden cronológico y así evitar el congelamiento legislativo.

Candidaturas independientes, otra bandera esperanzadora, en la que se consagra el derecho constitucional de todo mexicano a votar y ser votado, el problema viene cuando no se establecen políticas de financiamiento público a estos candidatos y cuando contamos con arbitro electoral con dudosa reputación después de 2006.

Segunda vuelta en la elección presidencial, lo cual me parece un extraordinario vehículo para la legitimación de los presidentes, es decir, que si ningún candidato presidencial obtiene el 51% de los votos en la elección normal, se iría a una segunda vuelta con únicamente los 2 punteros, perfecto, si eso hubiese existido en 2006 la vida nacional seria otra hoy día, mas que no se empalme con las elecciones legislativas, y es que no debe tratarse de mayoriteos, si no de legitimación presidencial, que las elecciones legislativas se hagan en la primera vuelta para guardar las condiciones de representatividad. Iniciativa por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, considero que no se puede ser juez y parte, si bien la SCJN dirime cuestiones constitucionales y de interpretación legal, no me parece congruente que también proponga leyes, por que entonces quien las juzgaría mas allá del congreso y la sociedad, de manera tal que pudiesen anularse si son nocivas y atentan contra la democracia.

Iniciativa presidencial preferente, la cual establece que el presidente tenga derecho a presentar dos iniciativas de este tipo en cada periodo ordinario de sesiones del congreso, que deberán ser discutidas, aceptadas o rechazadas en ese mismo tiempo, de lo contrario se aceptan de facto tal y como las presenta el presidente, aspecto positivo en todos sus sentidos.

Y por ultimo, el veto parcial de leyes por parte del presidente, en que se establece que el presidente de la república pudiera vetar algunas secciones de leyes en las que no este de acuerdo por las condiciones de que fuere, yo me manifiesto en completo desacuerdo con este apartado, puesto que nadie puede estar por encima de la democracia, mucho menos el presidente, las leyes están ahí por decisión del congreso ,elegido, no siempre, por los ciudadanos, y que en teoría deberían representar la voluntad del pueblo y la protección a las minorías, ni siquiera el presidente puede imponerse por encima de la voluntad popular a menos que sea en protección justa y necesaria de grupos minoritarios, siempre y cuando se este atentando contra los derechos de estos, pero este punto no va encaminado a eso, si no muy por el contrario a cuartar la autoridad legislativa del Congreso de la Unión.

En fin, entre tanto no comiencen las discusiones legislativas en esta materia es obligación ciudadana discutir estos temas prioritarios para la vida democrática de nuestra nación, saber a demás, que si bien, la reforma es en lo general positiva, muestras cierto tintes autoritarios que no podemos permitir, además de que deja sin tocar varios puntos necesarios para una verdadera representación de los intereses del pueblo, por ejemplo no se habla sobre la revocación del mandato, en la que los ciudadanos podamos destituir de su cargo al presidente de la republica, e incluso a los gobernadores de los estados, podría darse cada tres años, empalmado con las elecciones legislativas intermedias, en la que los ciudadanos acudamos a las urnas y digamos si queremos o no que continúe el presidente, en caso de ganar el no, que se convoquen elecciones presidenciales en un plazo razonable, por que continuar con una administración fallida como la de Calderón y su gabinete durante tres años mas, viendo como el país se acerca mas al risco y esta a punto de caer de una vez por todas en el fracaso económico, social y de seguridad publica.
Que se obligue al referéndum en reformas constitucionales, que sean vinculantes y que involucren al ciudadano en los temas trascendentales de la vida política, que por primera vez se nos consulte cuando haya que reformar la constitución, además propongo también que se institucionalice el voto blanco, que sea una opción en todas las boletas electorales en las que uno pueda anular su voto si ninguna candidato convence al electorado, y así de ganar por mayoría simple el voto blanco que se emplace a nuevas elecciones con candidatos completamente distintos de todos los partidos, quizá nunca se de esa circunstancia, pero es una manera eficaz de tomar en cuenta el desacuerdo y hartazgo ciudadano.

En fin, es momento no solo de esperar a ver que sucede con esta reforma, si no de involucrarnos decididamente en el debate sobre la misma, y como conclusión final, quiero hacer una ultima observación, no se puede reformar la vida política del país sin antes mirar la legislación electoral y perfeccionar los vínculos ciudadanos y la imparcialidad del Instituto Federal Electoral y sus concejeros, hagamos una reingeniería al IFE a fin de dejarlo en las mejores condiciones para su operatividad y credibilidad en 2012, apostemos por instituciones solidas y confiables.

Alfredo Cobos.