Un consultor Anónimo, que hasta hace unos meses escribía en este blog, nos advierte sobre los préstamos pre-concedidos que ofrecen las entidades bancarias. Comenta que ha recibido una carta de su banco en la que le ofrecen un préstamo pre-concedido por parte de su entidad bancaria en el cual no tenía ningún interés.
Obviamente su caja no es partícipe de una conspiración para que sus clientes se endeuden hasta el infinito y más allá. Ante la proliferación de créditos rápidos que se solicitan por teléfono y tarjetas para las que sólo hay que rellenar un formulario es normal que los bancos “de toda la vida” quieran ofrecerle esos productos a sus clientes. Los conocen mejor que una empresa que acaba de ofrecerles un producto.
En los últimos años nos hemos encontrado con que las posibilidades de endeudamiento aumentaba espectacularmente. Antes si queríamos un préstamo íbamos a nuestro banco y hablábamos con alguien en la sucursal y nos lo concedían o no, como mucho podíamos ir al otro banco del pueblo. Hoy en cambio tenemos decenas de ofertas de tarjetas de crédito, préstamos rápidos que se ofrecen por televisión y renegociadoras de préstamos en cada esquina.
En ocasiones sucede que el dinero fácil nos acaba atrapando, como le ha sucedido a la protagonista de esta noticia en levante-emv, que ha visto su vivienda embargada al no poder pagar su hipoteca al 40% de interés. Necesitaba un préstamo al que no podía acceder mediante la banca tradicional porque estaba en una lista de morosos y acudió a una firma de capital privado. Si al solicitar un préstamo nos lo deniegan en varias entidades puede que sea porque no somos capaces de pagarlo, en ese caso ¿de verdad queremos solicitar un crédito que no podemos pagar y que nos situará en la lista de morosos?