sábado, 3 de abril de 2010

Barrio del Carmel

Sube la calle Dante hacia el destino
más humano de todos.
Nuestras casas se caen y el tiempo duele,
como duelen los ojos cuando fuerzas
la mirada y te pierdes hacia el fondo
de esos barrios sin mapa ni oficinas
de turismo. Este barrio soy yo,
sin maquillaje,
este barrio es la vida de cada uno.
Grieta a grieta socavan las aceras
y al final paso a paso siento encima
cómo pesa el pasar y este latido
que circula de pronto entre las grúas
de mi cuerpo y sus túneles.
No he dudado en venir, aunque ninguno
quería orientarme bien hacia la herida.
Pero hacen mal aquellos que la ocultan.
Este hielo es hogar que abriga el frío.
Como abriga ahora el pan de esa mujer
que cruza con la bolsa bajo el brazo
de nuestra misma edad.
Nos miramos apenas un segundo.
Esto no es nada, dice, si lo vieras por dentro...
Atravieso desnudo la fachada
y acaricio mis grietas una a una.
La intemperie nos une.