lunes, 11 de noviembre de 2019
la solución cuando el grifo del crédito se cierra
Crecen las conciencias y las voces que culpan al sistema financiero de la creación de la crisis. Se hace extensible la idea de que el actual colapso financiero forma parte de una estrategia, en la que unos pocos privilegiados acumulan grandes cantidades de capital a costa de la población y, una demostración de esto, es que crecen las distancias económicas entre los multimillonarios y la clase media, que se ve reducida sustancialmente con un incremento de los sectores más más desfavorecidos.
Como colofón a esta estrategia y continuación de la inflación de los precios hipotecarios, llega el corte de la financiación a las familias y Pymes que se ven en tesituras de verdadera asfixia económica, con la consecuencia de perder vivienda y / o negocio, que pasan a formar parte de las propiedades y beneficios de estos bancos.
Afortunadamente, para combatir esta precariedad y continuar luchando, se han abierto otras vías de financiación alternativas, indispensables para continuar pagando la hipoteca en meses difíciles o mantener un negocio abierto, cuando se necesita comprar materias primas o pagar a empleados y proveedores.
Las agencias de créditos rápidos, que se crean a la sombra de la precariedad originada por las grandes entidades financieras, crecen como la espuma al ofrecer el servicio que antes estaba concentrado en la exclusividad en los bancos y cajas de ahorro. En la actualidad, y gracias a páginas como Creditosrapidostop.com, podemos encontrar un listado de agencias que ofrecen préstamos rápidos con amplia información de sus intereses, cantidades ofertadas, etc.
Causas para negar un crédito dadas por un banco
Como decimos, las condiciones de acceso al crédito cada vez son más complicadas y no son iguales para todos los interesados y muchos solicitantes ven como a la larga la entidad deniega su solicitud. Entre las razones para denegar una solicitud de crédito se encuentran aspectos como el historial crediticio, la capacidad de generar ingresos y los ahorros disponibles.
Aunque los bancos pueden usar otras excusas, como por ejemplo la falta de relación con la entidad, si no hay una relación previa con la entidad, será más difícil que abran las puertas del crédito. No entrar dentro de un baremo de edades específico también es sinónimo de rechazo de la solicitud, ni demasiado joven ni demasiado viejo es una condición sine qua non para tener alguna posibilidad.
Los bancos no quieren en su base de clientes a los malos pagadores. Antes de aprobar cualquier solicitud, el banco revisará si uno se encuentra en Asnef, el registro de morosos más conocido de España. Ellos no realizarán ninguna investigación para conocer la causa, si es justa o injusta, de pertenencia a ese listado, simplemente rechazarán la petición.
Es esta excusa la principal para que el que necesita dinero recurra a las agencias que ofrecen préstamos urgentes, ya que muchas de estas sí ofrecen préstamos con ASNEF urgentes, y es que los productos financieros evolucionan y se han creado estas nuevas fórmulas para obtener préstamos con ASNEF de forma sencilla y rápida.
En cualquier caso, hay que tener mucho cuidado y no fiarse de cualquier prestamista que ofrezca préstamos con ASNEF, ya que en algunos casos son timadores que se aprovechan de personas que necesitan dinero rápido. En el enlace referenciado te ofrecen una lista de estas agencias en las que sí puedes confiar. Agencias como Creditozone, Savso, Twinero, incluso hay algunas que también aceptan ofrecer crédito si tampoco se tiene una nómina, como puede ser Kredito24, entre otros.
Otros de los principios que establecen las entidades bancarias para no ofrecer crédito es la inestabilidad laboral, algo demasiado corriente en los tiempos que corren. Un motivo más para acudir a estas listas que hemos ofrecido en el párrafo anterior, pues una situación laboral inestable y unos ingresos esporádicos, o demasiado bajos en relación a la cuota del préstamo, es probable que ahuyenten a la entidad. No así en las agencias de préstamos.
Otra cosa que valoran los bancos es la capacidad de ahorro de los que piden los préstamos. Esto es muy positivo, en cualquier caso, pues una buena planificación financiera y de control de los gastos, va a permitir disponer de un respaldo para que, en caso de que la situación cambie, se pueda hacer frente a las letras del préstamo.
La falta de avales o garantías pueden dificultar notablemente el acceso al crédito. De hecho, los préstamos personales se diferencian de los hipotecarios porque no hay un bien concreto sobre el cual el banco pueda ejercer su derecho en caso de impago, sino que el titular responde con sus bienes presentes y futuros, por lo que se pide inevitablemente un aval que, en caso de impago, responda en su lugar.
Otro motivo más para recurrir a algunas de estas agencias que conceden créditos sin aval alguno. La forma más honesta y eficaz de recibir dinero rápido y poder acceder a préstamos sin cumplir requisitos, para seguir desarrollando nuestra actividad económica o sacar adelante a nuestras familias o, simplemente, ¿por qué no?, poder darnos a nosotros mismos, o a alguien querido, un capricho.
Por último, cabe mencionar una excusa más para que el banco no nos conceda el dinero que tienen, y que es de todos, tuyo y mío, y es que el ciudadano tenga un nivel de endeudamiento elevado.
Los expertos financieros pertenecientes a estas entidades recomiendan no dedicar más del 35 % de los ingresos a pagar deudas. Esto significa que, si se gana 1.000 euros mensuales, no se deberían destinar más de 350 euros a abonar las cuotas del préstamo, y menos aún si ya hay otras deudas vigentes. Tener un estado de sobreendeudamiento influenciará negativamente en la solicitud. Los bancos cuentan con ayudas, por ejemplo, pueden consultar la base de datos del CIRBE para saber qué préstamos hay vigentes y valorar así el nivel de endeudamiento.
Con las agencias de préstamos de créditos rápidos este problema para el usuario también desaparece.
sábado, 27 de mayo de 2017
13 consejos para el mantenimiento de terrazas y otros espacios exteriores en verano
Por fin va llegando el buen tiempo y a su vez suben las temperaturas.
Es hora de salir y disfrutar de nuestras terrazas o espacios al aire
libre. No es suficiente con mantener los mobiliarios en buen estado,
también debemos preocuparnos por otros detalles o espacios que forman parte de los exteriores y que necesitan cierta atención y cuidados. Puntualizamos estos consejos y así las zonas siempre estarán a raya en limpieza y mantenimineto.
Para tener una vegetación controlada hay que reconsiderar el tiempo
libre que tenemos para su cuidado, si el fin de semana es el tiempo
disponible para dedicarlo a la jardinería, no dejarse llevar por proyectos grandiosos es bastante importante y sólo comprar plantas a las que se puedan atender,
tanto en una terraza con macetas como en un jardín. Si se va de las
manos el crecimiento de éstas, una buena poda será la mejor opción.
Los arriates, suelo o macetas deben estar libres de hierbas del tiempo, un espacio saneado hará que las plantas crezcan más hermosas junto con abonos compuestos por fósforo y potasio, más un riego equilibrado. Debemos tener en casa un antiplagas para evitar el contagio de unas plantas con otras y si vemos lombrices no quitarlas ya que éstas no se comen las raices de las plantas y airean la tierra.
El cuidado para el césped natural consiste en un buen abono fuera de temporada y siempre un riego dosificado
según la época del año. Hoy en día hay gran versatilidad en
programadores de control de riego. Se programan para utilizar sólo el
agua necesaria y no malgastarla. Las zonas más utilizadas se desgastan
con las pisadas hay que tener encuenta estas circunstancias para que no
se produzcan calvas en el césped. Para cortar el césped se debe
recurrrir a una máquina cortacésped que ofrezca la
garantía de cortarlo por igual y no dejar unos espacios a distinta
altura. Esas rayas de corte se deben evitar. Normalmente cada semana o
semana y media debe ser cortado. Un accesorio necesario es el cortabordes eléctrico para perfilar los lugares donde no accede la máquina cortacésped.
El primer paso es cepillar el césped con frecuencia y hacerlo en sentido contrario a las fibras. También hay que recolocar la arena de sílice que se instala debajo del césped artificial y si hace falta reponerla, hay que ser equitativo para que quede lisa la base. Regarlo cada quince días en verano
para mantenerlo limpio incluso más frecuentemente ya que la humedad se
deposita en la arena inferior y mantiene el frescor. A su vez es bueno regarlo
por que el color se desgastará menos y evitaremos que las manchas
queden incrustadas. De vez en cuando un producto de higiene es
conveniente quitará el mal olor y las bacterias acumuladas. Existen productos para ello y con olor a césped natural.
En el caso de tener papeleras en terrazas o jardines evitar dejar restos alimenticios,
tanto por el mal olor como por los insectos que rápidamente se
acercarán. Un mantenimiento constante será suficiente además de la
comodidad cercana de una papelera para no tener que desplazarnos de un
entorno a otro. La limpieza al quitar la bolsa debe ser semanal o
mensual según el uso que tenga. Esta se debe realizar con productos desinfectantes,
si el exterior es de pvc o aluminio se puede utilizar el mismo
producto, mientras que si el exterior es madera tendremos que cuidarla
con aceites especiales para ese tipo de madera en concreto y así evitar grietas, pérdida del color o deshidratación.
Si las alfombras exteriores son textiles, flexibles y de tamaño
mediano puede que en la lavadora funcione su limpieza. Para materiales
de fibras naturales o artificales bastará con barrer, aspirar y limpiar con un jabón neutro.
Hay diferentes tipos de mangueras todas suelen ir revestidas con gomas reforzadas. Es importante que no estén expuestas al sol extremo ya que su material se deteriora o llega a perder la forma.
Para su mantenimineto es suficiente limpiarlas con un paño humedecido y
vigilar la boca que engancha con el grifo, que esté correctamente
instalada y su borde límpio y libre de impurezas como el moho o los
restos de cal endurecida.
Estas son las más solicitadas en terrazas o zonas exteriores en las
que se quiere minimizar el trabajo. Su mantenimiento si son escasos
metros se podrá realizar barriendo y más tarde regando o limpiando con un producto específico para suelos cerámicos. Si el espacio a mantener es bastante grande existen en el mercado propulsores de aire que acumulan la suciedad en un punto concreto donde se recogerá la suciedad manualmente. Igualmente el paso segundo será humedecer para eliminar manchas y bacterias. Bien con una máquina limpiadora o con el método tradicional.
Las tarimas pueden ser sintéticas o de madera. El cuidado para las sintéticas será eliminar la suciedad y luego humedecer con un producto jabonoso pero no agresivo,
para eliminar la suciedad y que conserve su color habbitual. En el caso
de tarimas de madera si sus componentes son de última generación entre
los que se incluyen los perfiles encapsulados que tienen una
capa especial que la protege del los rayos UV, de la decoloración y las
manchas, bastará con limpiar con abundante agua y jabón neutro. Para la madera natural al sufrir los efectos del clima se recomienda la aplicación
al menos dos veces al año de aceite, una en invierno y otra en verano.
Si se aprecian astillas se deben lijar cuidadosamente y aceitar
nuevamente. Otro truco es regarla bastante, así la madera nunca
se reseca y sigue cogiendo la humedad que necesita, digamos que se
intenta hidratar ella sóla.
Si las zonas exteriores afortunadamente se componen de una piscina,
el mantenimineto para sus bordes de piedra es esencial, digamos que es
una de las claves para que no parezca sucia si el agua no lo está. Se
utiliza una hidrolavadora a presión para eliminar la suciedad
incrustada, con un cepillo se desinfecta la superficie utilizando un
producto especial parecido a la lejía, lo último será aclarar.
Esta conservación es muy simple. Se retira el agua existente, se limpia con jabón y cepillo completamente, tras ello se procede al aclarado, también hay que prestar atención al grifo o fisura por la que sale el agua, que no tenga óxido o verdina.
Los toldos ganan protagonismo cuando llega el buen tiempo y hacen
falta protegerse del sol. Mantenerlos limpios y en buenas condiciones,
no solo favorece su aspecto estético, sino que además prolonga su vida
útil. Las pautas básicas para limpiarlos es usar agua, jabón y un cepillo de cerdas blandas. Nunca usar productos abrasivos, sólo cuando sea necesario. La aplicación de impermeabilizantes es muy importante así como la conservación del lado interior, que también acumula polvo y telarañas.
Si hay niños en casa y coincide que se tienen zonas al aire libre, se
suele optar por decorar un área dedicada a la diversión infantil. Los
juguetes infantiles para exterior suelen ser de materiales resistentes
como pvc o madera, aluminio o goma. Hay que tener especial cuidado con
ellos y para que duren protegerlos del sol, este decolora los artículos y
los plásticos pueden llegar a romperse por tomar demasiada rigidez. Su
mantenimiento después de un largo invierno debe ser una limpieza
profunda con productos para manchas y desinfectantes. Una vez realizada
la limpieza principal, se pueden mantener durante el verano con agua a
presión y una solución jabonosa.
Para la limpieza y conservación del mobiliario exterior podéis seguir este post en Decoesfera: Cómo mantener los muebles de exterior siempre nuevos y relucientes desde el primer día. Os dará las pautas de mantenimiento necesarias según el material utilizado en su fabricación. Como os hemos mostrado es sencillo mantener a raya una terraza o espacio exterior, dejándolos como nuevos si se tiene constancia en ello.
Vegetación controlada
Los arriates, suelo o macetas deben estar libres de hierbas del tiempo, un espacio saneado hará que las plantas crezcan más hermosas junto con abonos compuestos por fósforo y potasio, más un riego equilibrado. Debemos tener en casa un antiplagas para evitar el contagio de unas plantas con otras y si vemos lombrices no quitarlas ya que éstas no se comen las raices de las plantas y airean la tierra.
Césped natural
Césped artificial
Papeleras de exterior
Alfombras de exterior
Mangueras y duchas
Solerías cerámicas
Tarimas de exterior
Bordes de piscinas
Fuentes
Pérgolas y toldos
Espacios infantiles
Para la limpieza y conservación del mobiliario exterior podéis seguir este post en Decoesfera: Cómo mantener los muebles de exterior siempre nuevos y relucientes desde el primer día. Os dará las pautas de mantenimiento necesarias según el material utilizado en su fabricación. Como os hemos mostrado es sencillo mantener a raya una terraza o espacio exterior, dejándolos como nuevos si se tiene constancia en ello.
lunes, 25 de julio de 2016
Cuidado con el endeudamiento fácil
Un consultor Anónimo, que hasta hace unos meses escribía en este blog, nos advierte sobre los préstamos pre-concedidos que ofrecen las entidades bancarias. Comenta que ha recibido una carta de su banco en la que le ofrecen un préstamo pre-concedido por parte de su entidad bancaria en el cual no tenía ningún interés.
Obviamente su caja no es partícipe de una conspiración para que sus clientes se endeuden hasta el infinito y más allá. Ante la proliferación de créditos rápidos que se solicitan por teléfono y tarjetas para las que sólo hay que rellenar un formulario es normal que los bancos “de toda la vida” quieran ofrecerle esos productos a sus clientes. Los conocen mejor que una empresa que acaba de ofrecerles un producto.
En los últimos años nos hemos encontrado con que las posibilidades de endeudamiento aumentaba espectacularmente. Antes si queríamos un préstamo íbamos a nuestro banco y hablábamos con alguien en la sucursal y nos lo concedían o no, como mucho podíamos ir al otro banco del pueblo. Hoy en cambio tenemos decenas de ofertas de tarjetas de crédito, préstamos rápidos que se ofrecen por televisión y renegociadoras de préstamos en cada esquina.
En ocasiones sucede que el dinero fácil nos acaba atrapando, como le ha sucedido a la protagonista de esta noticia en levante-emv, que ha visto su vivienda embargada al no poder pagar su hipoteca al 40% de interés. Necesitaba un préstamo al que no podía acceder mediante la banca tradicional porque estaba en una lista de morosos y acudió a una firma de capital privado. Si al solicitar un préstamo nos lo deniegan en varias entidades puede que sea porque no somos capaces de pagarlo, en ese caso ¿de verdad queremos solicitar un crédito que no podemos pagar y que nos situará en la lista de morosos?
Obviamente su caja no es partícipe de una conspiración para que sus clientes se endeuden hasta el infinito y más allá. Ante la proliferación de créditos rápidos que se solicitan por teléfono y tarjetas para las que sólo hay que rellenar un formulario es normal que los bancos “de toda la vida” quieran ofrecerle esos productos a sus clientes. Los conocen mejor que una empresa que acaba de ofrecerles un producto.
En los últimos años nos hemos encontrado con que las posibilidades de endeudamiento aumentaba espectacularmente. Antes si queríamos un préstamo íbamos a nuestro banco y hablábamos con alguien en la sucursal y nos lo concedían o no, como mucho podíamos ir al otro banco del pueblo. Hoy en cambio tenemos decenas de ofertas de tarjetas de crédito, préstamos rápidos que se ofrecen por televisión y renegociadoras de préstamos en cada esquina.
En ocasiones sucede que el dinero fácil nos acaba atrapando, como le ha sucedido a la protagonista de esta noticia en levante-emv, que ha visto su vivienda embargada al no poder pagar su hipoteca al 40% de interés. Necesitaba un préstamo al que no podía acceder mediante la banca tradicional porque estaba en una lista de morosos y acudió a una firma de capital privado. Si al solicitar un préstamo nos lo deniegan en varias entidades puede que sea porque no somos capaces de pagarlo, en ese caso ¿de verdad queremos solicitar un crédito que no podemos pagar y que nos situará en la lista de morosos?
lunes, 14 de diciembre de 2015
miércoles, 18 de noviembre de 2015
Lo que no se ha dicho del paquete económico 2016.
El pasado 19 de octubre se aprobó en la cámara de diputados el decreto que compila la Ley de Ingresos de la Federación para 2016 y la miscelánea fiscal, que modifica algunos artículos de la ley del ISR, IVA, IEPS y el Código Fiscal de la Federación, a lo largo de ésta semana se han analizado varios temas que llamaron la atención, como la perspectiva de crecimiento del producto interno bruto de solo entre el 2 y 3%, el ajuste del valor del dólar y el precio del petróleo, pero aún no hemos leído las letras chiquitas, hoy en la sección de economía y negocios de Ecos del Parque, hablaremos de lo que no se ha dicho de ellos.
Sigue a Alfredo Cobos todos los viernes en punto de las 2:00 de la tarde con su participación en la Sección de Economía y Negocios en Ecos del Parque.
martes, 17 de noviembre de 2015
El negocio de la marihuana.
Uno de los temas más comentados en las ultimas semanas ha sido sin duda la casi legalización del consumo de la mariguana para fines recreativos, en realidad se trata de 4 amparos concedidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en favor de los dirigentes de la organización civil México Unido Contra la Delincuencia, lo cual abrió el debate una vez más para plantearnos como país la legalización del consumo de la mariguana.

Argumentos a favor y en contra hay muchos, por ejemplo científicos afirman que el cannabis tiene efectos médicos y terapéuticos, además de tener impactos positivos en materia biológica y genética, mientras que existen otros sectores de la sociedad que consideran que el consumo de mariguana es la puerta de entrada a drogas de las consideradas duras, cuyos efectos son totalmente nocivos para el cuerpo. Pero más allá de nuestra posición personal al respecto, hay un argumento que sin duda todos reconocemos como válido: la mariguana es un negocio rentable.

¿Cuál es el debate hoy por hoy en nuestro país? En unos días se desataron los demonios. El PRD impulsó una iniciativa para legalizar el consumo de la mariguana en la Ciudad de México. Sin embargo, a nivel federal enfrentará la resistencia del PRI y el PAN. A la vez que llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación la revisión de éstos 4 amparos. En medio del debate, se habla de una industria cuyo valor de mercado, a nivel nacional, ascendería a los 2,000 mdd anuales.

Para ir cerrando, los beneficios económicos de la legalización de la mariguana serían:
- Incremento directo al Producto Interno Bruto, al incluir una nueva rama de la industria, lo cual impactaría directamente los indicadores de crecimiento económico del país.
- Importantes ingresos fiscales, al incorporar altos impuestos a la producción y al consumo, lo cual ayudaría a equilibrar las finanzas públicas y ampliar la base de contribuyentes.
- Fortalecimiento del sistema bancario al recibir, ahora sí legalmente, importantes cantidades de recursos provenientes de esa industria.
Adicionalmente, se le restaría una fuente ingresos significativa al narcotráfico, sin que por ello se descuiden las campañas para la prevención de adicciones.
El debate está abierto, usted y yo podemos tenemos nuestro propio punto de vista, pese a los recientes resultados se ve lejana aún, muy lejana la legalización de la marihuana en México, que no sería otra cosa que reconocer algo que ya existe y evitar la doble moral que nos caracteriza. El debate está abierto ¿Tu qué opinas?
Creación de Zonas Económicas Especiales ¿Y tu qué opinas?
El pasado 29 de septiembre el ejecutivo federal presentó el proyecto de decreto por el que se expide la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales. En términos generales una Zona Económica Especial (ZEE) es un área delimitada geográficamente; ubicada en un sitio con ventajas naturales y logísticas para convertirse en una región altamente productiva.
Se espera que el establecimiento de éstas zonas económicas especiales ofrezca un entorno de negocios excepcional para atraer la inversiones y generar empleos de calidad, considerando entre otros elementos:
- Beneficios fiscales y laborales.
- Régimen aduanero especial.
- Marco regulatorio ágil.
- Infraestructura de primer nivel.
- Programas de apoyo (Capital humano, financiamiento, innovación).
- Otros estímulos y condiciones preferenciales.

Pero ¿Y dónde estarán ubicadas? El rumor inicial hablaba de 7 zonas económicas especiales, sin embargo, hoy por hoy se maneja oficialmente que una vez aprobada la ley en el Congreso, el Presidente Enrique Peña Nieto propondrá el establecimiento de ZEEs en: Puerto Chiapas, Puerto Lázaro Cárdenas, y el corredor Transístmico; lugares con alto potencial productivo y logístico y posibilidades de enlazarse con el resto del país y nuevos mercados internacionales.

Sin embargo, la iniciativa de ley debe ser analizada a fondo, ya que incluye figuras que no se están comunicando de la manera correcta, por ejemplo que tendrán un administrador privado, que solo podrán invertir empresas que hayan recibido una autorización de parte de una comisión interinstitucional, y otros temas que no se están poniendo en la mesa de discusión.
¿Ustedes qué opinan al respecto? ¿Qué impacto tendrá en Campeche, en mi caso, o en el estado donde tu vives la creación de zonas económicas? Abrimos el debate... espero tus comentarios.
jueves, 29 de octubre de 2015
Springboks en el Somme: la batalla por Longueval y Delville Wood, 15-20 de julio de 1916 (I)
'Urgente. Mis hombres están en las últimas. Apenas puedo mantenerlos en pie. Se duermen con el fusil al hombro a pesar del brutal bombardeo. Estamos a la espera de un ataque enemigo. A pesar de lo inminente del ataque los soldados se desploman rendidos. No nos llega ni comida ni agua desde hace dos días, y a pesar de las raciones de los muertos, necesitamos agua. Estoy solo con Philipps, herido, y con dos sargentos más. Por favor, releven a estos hombres hoy sin falta. Están al límite de sus fuerzas'.
Esa fue la última nota que envió el coronel E.F. Thackeray - mando del 3r Regimiento de la Brigada Sudafricana (BSA) - a su cuartel general poco antes de que los últimos supervivientes del contingente sudafricano evacuasen Delville Wood el 20 de julio, tras seis días de cruentos combates cuerpo a cuerpo en un infierno de bombas incendiarias y gas.
La batalla por Delville Wood, que comenzó el 15 de julio y no terminó hasta el 3 de septiembre, venía precedida de dos semanas de combates con pírricas ganacias en el norte y centro del sector del Somme y algún éxito en el sector de Montauban y Bernafay Wood a un coste de bajas brutal. Más al oeste, y a pesar de los ataques del 17º batallón del regimiento de Manchester del 9 de julio, los alemanes aún resistían en un sector de Trônes Wood, situado en la vertical meridional de Longueval y Delville Wood. La posición enemiga de Trônes Wood se adentraba como un saliente en el sector inglés, dificultando cualquier avance británico por el temido fuego de enfilada desde ambos flancos del saliente. Por esta razón, y con el objetivo de 'rectificar' la línea del frente, Rawlinson ordenó al XIII Cuerpo de Congreve que tomase Longueval y la zona boscosa adyacente, Delville Wood.
Delville Wood, Bois o Bosque d'Elville - su denominación francesa y original - era una área boscosa de poco más de 100 ha., que lindaba al este con el pueblo de Longueval. De forma trapezoidal, se dividía por secciones aprovechando las hileras de robles y hayas que lo poblaban, y que permitían entrever un pequeño callejero. De oeste a este, y saliendo de una calle de Longueval, la 'avenida' Princes Street cruzaba longitudinamente el bosque. De esta vía, y en dirección norte partían otras tres 'calles', que de oeste a este se identificaban como Strand, Regent y Bond Street. Hacia el sur de Princes Street también partían tres 'calles', Buchanan, Campbell y King Street, en dirección oeste-este.
La importancia estratégica de Delville Wood, una vez sobrepasado Longueval por el sur y el oeste, era el de convertirse en un saliente dentro de las líneas enemigas, que amenazase los puntos de observación artillera alemana y permitiese hostigar al enemigo con fuego de enfilada. A pesar de los bombardeos previos, los alemanes seguían manteniendo tres líneas de trincheras en dirección nordeste-sudeste, que distaban entre 50 y 75 metros cada una.
Sobre la fecha escogida para el ataque, 14 de julio, parece que Haig la eligió como un guiño hacia los franceses por las quejas de éstos hacia la pobre contribución británica en el Somme. Cierto o no, el hecho es que aconsejado por Rawlinson, Haig ordenó un ataque en la línea Bazentin le Grand Wood-Longueval-Delville Wood. El objetivo final era conquistar High Wood, al noroeste de Longueval y Ginchy y Guillemont al sur y sureste de Delville Wood. Para ello era necesaria la toma de Longueval y Delville Wood, ya que proporcionaban un puntal decisivo para un ataque en sendos flancos.
Vistos los resultados del 1 de julio, como el resto de ataques aislados de los días previos, Rawlinson decidió introducir una serie de cambios tácticos. Siempre con el efecto sorpresa en mente, optó por adelantar la posición de sus tropas durante la noche previa y ordenó un intenso bombardeo sobre la línea alemana unos minutos antes de la hora cero para que no se pudiesen reponer del golpe antes de que la infantería británica ocupase su línea. Rawlinson comenzaba a perfeccionar su táctica del 'bite and hold', del morder y resistir (o agarrarse) al terreno a la espera del temible y seguro contraataque alemán.
Junto a la sorpresa, Rawlinson programó el ataque un poco antes del alba por temas de visibilidad y redujo el frente a poco más de 6 kilómetros para concentrar el golpe. Haig no accedió en un primer momento a estos cambios. Le preocupaba, especialmente, la inexperiencia de los 'Nuevos Ejércitos de Kitchener' en operaciones nocturnas. Rawlinson no cedió, y con el apoyo de sus generales, defendió el plan original con maniobras nocturnas incluidas. Haig acabó accediendo de mala gana y el ataque se programó para las 03.45 am del 14 de julio.
Longueval
Poco antes de las 3 de la madrugada del 14 de julio, las brigadas 26ª y 27ª de la 9ª escocesa llegaron a la parte baja de las lomas de Caterpillar Valley. Con los Black Watch y los Argyll (Argyll & Sutherland Highlanders) abriendo camino, la 9ª división escocesa y la 18ª de Maxse avanzaron desde Bernafay Wood hasta el saliente. El ataque principal se encargó a la Brigada 26ª. El 8º de los Black Watch y el 10º de los Argyll irían a la vanguardia con los Seaforth Highlanders y los Gordon Highlanders de cobertura y los Queen's Own Cameron Highlanders de reserva. La brigada 27ª (11º y 12º de los Royal Scots Fusiliers, el 10º de los Argyll, los King's Own Scottish Borderers y el 9º de los Cameronians) también participaría con el apoyo de la Brigada Sudafricana (BSA) en reserva. El plan inicial de Congreve consistía en que capturado Longueval por la 26ª y 'limpiadas' las bolsas de resistencia alemanas, la 27ª la sobrepasase para iniciar la conquista de Delville Wood. Los alemanes defendían el saliente con el cuerpo Magdeburg. El 72º RI de Turíngia, al norte y noroeste de Longueval, el 26º RI Fürst Leopold von Anhalt Dessau también al norte de Longueval, y los RI 107 y 153 de Turingia defendiendo Delville Wood.
Los tiempos se cumplieron y a las 3.20 de la madrugada se inició el bombardeo sobre las posiciones alemanas en Longueval y Delville Wood, combinado con una cobertura de ametralladora sobre las pocas edificaciones que quedaban en pie. El silbato de avance sonó veinte minutos después. Von Armin, comandante del VI Cuerpo alemán, no iba a quedarse de brazos cruzados. Aprovechó su ventaja en el terreno y envió a tropas contra el flanco derecho del ataque británico. A pesar de ello, el ataque cogió por sorpresa a los alemanes. Los escoceses avanzaron bien de inicio pero los alemanes iban a resistir. Las órdenes del Alto Mando alemán eran muy explícitas sobre la resistencia en el Somme: 'resistir a cualquier precio y no dejar un palmo de suelo al enemigo'. Esa fue la respuesta que recibió un mando de los Highlanders después de haber ofrecido la rendición a una unidad alemana rodeada en Longueval:'Yo y mis hombres tenemos órdenes estrictas de defendar la posición con nuestras vidas. Los alemanes sabemos como obedecer órdenes. Les agradecemos su oferta, pero moriremos donde estamos'.
Y así fue.
La lucha por Longueval fue muy dura. Las tropas británicas sufrieron lo indecible para avanzar a pesar de que el bombardeo previo había sido durísimo. La casi totalidad de los refugios subterráneos y bodegas fue destruida pero los alemanes se parapetaron en los edificios y ruinas que quedaron en pie. La mayoría de combates fueron casa por casa y cuerpo a cuerpo. Falkenhayn no podía estar más contento: los suyos se estaban dejando algo más que la piel. Los violentos combates por las ruinas de Longueval se dilataron hasta media mañana. El empuje de los escoceses se fue diluyendo a causa de los contraataques alemanes, alimentados por el fluir contínuo de reservas. Los Highlanders hicieron un último intento al rayar el mediodía pero los alemanes demostraron una enconada resistencia. Los focos de resistencia estaban al extremo noreste del pueblo y en Delville Wood, en el flanco derecho del ataque. A primeras horas de la tarde los escoceses solo controlaban la parte sur y occidental de Longueval. Los Highlanders estaban destrozados. La 27ª tuvo que hacerse cargo de las posiciones.
En los planes originales, la toma completa de Longueval era un requisito sine qua non para iniciar la conquista de Delville Wood. El hecho de que no se hubiese completado era un contratiempo enorme. No solo por la difícil situación en la que quedaron las tropas que parapetadas en Longueval, sino porque adentrarse en Delville Wood sin ninguna cobertura era un suicidio.
Sobre la una del mediodía, Furse - al mando de la 9ª División, informó a Henry T.Lukin, comandante de la brigada susadricana, que tan pronto la 27ª avanzase algo más en Longueval, los suyos debían atacar Delville Wood.
Y se así se inició el segundo acto de la tragedia.
Delville Wood
La conquista de Delville Wood se improvisó como una huida hacia adelante por la fallida captura de Longueval. La misión recayó sobre las tropas de la Brigada Sudafricana de Infantería (BSA) aunque también participaron en la operación inicial unidades de las divisiones 18ª y 3ª.
La Brigada sudafricana (BSA) o SAI (South Aftrican Infantry), y coloquialmente conocida como los Springboks - en honor a las peculiares gacelas de Sudáfrica - estaba formada por 4 regimientos de infantería. El 1º del Cabo de Buena Esperanza o Cape of Good Hope Regimient, el 2º del Estado libre de Orange y Natal (Orange Free State & Natal Regiment), el 3º regimiento del Transvaal y Rodesia y el 4º Sudafricano escocés (South African Scottish Regiment). La brigada sudafricana se completó con la 64ª compañía de artillería y la 28ª de ametralladoras. La brigada la comandaba el general de brigada Henry T. Lurkin, con experiencia en las Guerras zulúes de 1879, la Guerra de los Bóers (1899-1902) y la campaña africana contra las colonias alemanas del suoeste de 1915 y 1916.
Previa a su llegada al Frente occidental, los Springboks ya habían entrado en combate luchando contra los Senussi al oeste de Egipto, en la actual Líbia. La BSA que llegó a Marsella en abril de 1916 contaba con más de 160 oficiales y cerca de 5700 efectivos. Acuartelados en Bailleul, se entrenó a los Springboks en la guerra de trincheras hasta que fueron trasladados al norte y entraron a formar parte - junto a las brigadas 26ª y 27ª - de la 9ª (Scottish) Division del general de división W.T. Furse, dentro del XIII Cuerpo del general Congreve. La misión del XIIIº Cuerpo, en el flanco derecho del sector del Somme, era capturar la cresta que iba desde Waterlot Farm (al sur de Delville Wood) hasta Bazentin-le-Grand, para conquistar Montauban y sus alrededores, asegurando Montauban Alley y ocupando los bosques de Bernafay y Trônes.
La BSA, junto al resto de la 9ª escocesa, se libró del fatídico 1 de julio. No fue hasta el 5 de julio que los Springboks subiron a la línea, para realizar misiones de reserva y de cobertura como en el caso de Bernafay Wood cuando relevó a 2 regimientos escoceses de la 27ª. El 9 de julio dos compañías del 4º de los South African Scottish (SAS) lucharon en Trônes Wood pero tuvieron que retirarse hasta sus posiciones iniciales en el reducto Glaz (Glaz Redoubt). El 13 de julio los sudafricanos fueron relevados en Bernafay Wood y se reagruparon en Talus Boise. La previsión, y las órdenes, situaban a los Springboks como unidad de reserva de la 27ª brigada que tenía previsto atacar Longueval. Pero la realidad se impuso y los planes mutaron. La brigada 27ª se envió a cubrir el desgaste de la 26ª y también se fogueó con los incontables contraataques alemanes. La suerte parecía echada: La BSA iba a meterse sola en las fauces del lobo.
Las primeras instrucciones marcaban para las cinco de la tarde de ese mismo día el ataque, luego - y ante la imposibilidad de avanzar un solo palmo en Longueval - se pasaron a las siete y finalmente se dejó fijado el ataque para las cinco de la mañana del día siguiente, 15 de julio. Furse, sin embargo, fue muy explícito con las órdenes: aunque los escoceses no consiguiesen avanzar un solo metro durante toda la tarde o noche, los sudafricanos atacarían igualmente Delville Wood al alba.
Antes de entrar en el bosque, un paréntesis.
Muchas veces resulta complicado hacerse una idea del desarrollo y crudeza de los combates sin un buen apoyo cartográfico que nos lo indique. Este el caso de Delville Wood. Si se examina con detenimiento el terreno y la situación de las tropas enemigas, se llega a la conclusión de que Delville Wood era un simple ratonera. Por mucho que la artillería británica 'limpiase' o intentase 'allanar el terreno' a golpe de obús, el sector era un saliente !!!! Y por simple lógica siguió rodeado de alemanes por los cuatro costados, y aún peor: por su artillería, que solo tenía que fijar sus miras entre un sector muy limitado y repleto de enemigos. Si se recuerda la situación en que quedó el flanco izquierdo del bosque, el que linda con Longueval, se observará que los alemanes lo siguieron controlando y que, por tanto, podían atacar de enfilada desde la izquierda a los atacantes que entrasen por el sur. Igualmente, en el caso de que los alemanes reculasen al norte del bosque, podían replegarse unas decenas o cientos de metros pero seguir hostigando o montando contraataques desde el norte. Y si a estos dos flancos les sumamos el flanco derecho totalmente expuesto desde Ginchy, y el meridional - sin 'limpiar' totalmente -, la pregunta que un lector profano se hace es: ¿Por qué les dejaron entrar ahí, qué pretendían? ¿No sabían que era una misión suicida, sin al menos 'limpiar' dos de los flancos?
Los hechos contrastables de esa tarde del 14 de julio son que el general Furse, al mando de la 9ª escocesa, ordenó al general Lurkin que tomase la posicion de Delville Wood como fuese. Esa misma tarde y sin dilación, Lurkin reunió a todos sus jefes de batallón y les trasladó las órdenes del general Furse y su operativo para el día siguiente.
Previo al ataque, el 1r regimiento del Cabo de Buena Esperanza (CBE) fue enviado a fortalecer la línia de la 9ª en Longueval. Aprovechando la presunta calma nocturna, tres patrullas del CBE avanzaron con sigilo hasta el extremo norte de Longueval para confirmar sus peores pronósticos: la parte septentrional de Longueval formaba un dédalo de nidos de ametralladoras prácticamente inexpugnable. Al día siguiente, la CBE recibió la orden de retirada y se incorporó como reserva al ataque del resto de la BSA.
15 de julio
El operativo táctico de Lurkin para Delville Wood fijó dos regimientos para la ofensiva. El 3r regimiento del Transvaal y el 2º de Orange entrarían por el sector sudoeste del bosque justo al romper el alba. Con un pie en el bosque, el 3º avanzaría lo máximo hasta el norte del bosque consolidando la posición (y trinchera) de Princes Street, la 'avenida' que dividía el bosque por la mitad. La misión del 2º de Orange era eliminar cualquier bolsa de resistencia enemiga al sur de Princes Street y consolidar su posición al sur del bosque a la espera de los contraataques alemanes. En reserva, y fuera del bosque, se quedó el 4º de los South African Scottish (SAS), menos dos compañías que fueron enviadas a reforzar la línea de los Camerons, y el 1º del Cabo de Buena Esperanza, que volvió esa misma mañana de Longueval para incorporarse al ataque general de los Springboks.
Sobre las 4 de la madrugada del 15 de julio, y bajo el mando del Teniente Coronel William Tanner (comandante del 2º de Orange), los regimientos 2º y 3º llegaron a una trinchera de comunicación al este de Longueval junto con el 4º que quedaría en reserva. El avance se inició sobre las seis de la mañana desde una trinchera que ocupaban los Cameron Highlanders) y que se adentrada unos metros en el bosque. Previo al avance, varias patrullas advirtieron a Tanner que que los alemanes solo defendían unas posiciones al norte del bosque, pero que tampoco podían asegurarlo por la poca visibilidad.
La progresión fue dificultosa por la resistencia alemana pero, sobre todo, por la naturaleza del terreno. Delville Wood ya no era el precioso bosque de robles y hayas de antaño sino un espacio sembrado de cráteres y plagado de raíces, troncos y desechos humanos que hacían muy difícil el avance. Guiados por los Cameronians, los Springboks llegaron hasta Buchanan street, la vía más cercana a la entrada del bosque por el sudoeste y que conducía en dirección norte hacia Princes Street. Tanner estableció su cuartel general en Buchanan donde planeó asegurar el sur del bosque para luego alcanzar el punto más al norte e ir asegurando todo el perímetro hasta el sudoeste, recorriendo el flanco que lindaba con Longueval.
El avance fue mejor de lo esperado, sobre las 7.00 de la mañana el 3º Transvaal y una compañía del 2º de Orange controlaban la sección meridional del bosque hasta Princes Street. A las nueve de la mañana el 3º ya ocupaba el área entre Princes y South street. Las compañías A y B ocuparon las posiciones más avanzadas, la C cavó como pudo un parapeto un poco al norte de South Street y la D se aventuró más allá de Princes Street, quedándose en una posición intermedia entre Princess y el límite nororiental del bosque. Las tropas del 2º adelantaron a las del 3º, excepto una compañía y adentraron en el bosque en dirección norte. Las órdenes de Tanner fueron muy claras: subir hasta Strand Street, penetrar en dirección noroeste y mantener la posición. Nada, pero todo. Las tres compañía del 2º lograron hasta el objetivo pero otra cosa era mantenerlo. El frente a ocupar tenía más de kilómetro de longitud y los efectivos muy justos para mantener una línia contínua y compacta. Una primera reacción alemana no tardó en llegar. Los de Orange se vieron sorprendidos por un potente fuego de artillería y ametralladora que procedía del norte del perímetro. Apenas habían cavado lo más parecido a una trinchera que tuvieron que refugiarse tras raíces y troncos. Comenzaron a producirse bajas, tanto por la esquirlas de obús como por los miles de astillas que volaban a consecuencia del bombardeo, pero resistieron. Las unidades al sur del bosque tuvieron una mañana más plácida y fructífera: dos patrullas del 3º hicieron más de 140 prisioneros mientras peinaban el sector al sur de Rotten Row.
A mediodía, la situación parecía controlada. Los sudafricanos habían 'limpiado' gran parte de Delville Wood, alcanzado el perímetro norte y asegurado el flanco derecho que miraba a Ginchy. No obstante, pasadas las 14.30 h. Tanner informó a Lurkin que seguía habiendo bolsas de resistencia. La más importante al noroeste del bosque, donde se unía con el foco de resistencia también al norte de Longueval. A pesar de este obstáculo a las 15.00 de la tarde del 15 de julio la práctica totalidad de Delville Wood estaba en manos británicas. En apenas horas los Springboks habían ocupado Delville Wood, habían capturado más de 140 prisioneros y habían tomado posiciones a lo largo de casi todo el perímetro.
La cuestión, como intuyeron los mandos poco después, no era tomar el bosque si no conservalo. Los planes iniciales de Lurkin consistieron en tomar el bosque, instalarse en todo el perímetro y dispersar las tropas en pequeños destacamentos junto con ametralladoras para defenderlo. Lurkin, sin embargo, ideó una versión muy light del 'bite & hold'. Había desalojado al enemigo pero el 'agarre' al terreno era muy débil, como la resistencia que podía plantar a un enemigo que iba a machacarlos por tres flancos. Y esto es lo que iba a suceder. El factor 'agarre' no fue tanto por la falta de efectivo - que también - sino por la naturaleza del terreno, que lo hacía impracticable para cualquier tipo de defensa efectiva. El suelo, plagado de raíces, troncos y tocones hacía imposible cavar trincheras de más de dos palmos.
A pesar de haber consolidado la posición en el bosque, Lurkin y Tanner coincidieron en dos apreciaciones. La primera referida a la fragilidad del frente norte, la segunda a la virtualidad de la situación, como si los alemanes no hubiesen presentado resistencia para dejarlos entrar en una ratonera. Esto último era más una intuición pero no les falló el pálpito.
Poco después de la 3 de la tarde, una lluvia de obuses anticipó el ataque del 6º bávaro por el perímetro este, procedente de Ginchy. Fueron rechazados pero a un coste muy alto. Tanner se vio obligado a pedir refuerzos: una compañía completa del 2º de Orange había sido aniquilada. Era solo un aperitivo. Sobre las cuatro de la tarde se avistaron tropas alemanes por la bolsa que resistía al noroeste del bosque. Los primeros contraataques por ese flanco no iban tardar. Un brutal bombardeo en el extremo noroeste anticipó un ataque masivo, eran las 16.40 h. Los sudafricanos resistían como podían. A las seis y media Tanner recibió un informe: la línea al noroeste aguantaba de un hilo. Envió una compañía de los South African Scottish al norte para tapar la brecha, otra de los SAS para cubrir a los del 3º y envió unidades del 1º del CBE para ayudar a los de Orange. La posición sudafricana resistía a un precio altísimo, pero en vista de lo que estaba por venir y siendo consciente de su frágil (y absurda) situación, Tanner recomendó replegar a sus Springboks y acortar frente. Defendían 1,5 km de frente con apenas 2800 efectivos.
Lukin accedió. Pero era un brindis al sol.
Congreve conminó a Lurkin a que enviase dos compañías al noroeste del bosque a apoyar un contraataque de la 9ª escocesa contra la bolsa que resistía al norte de Longueval, no a resistir los contraataques alemanes en el bosque !! Como era de preveer no hubo suerte al norte de Longueval. La bolsa alemana resistió. Cayó la noche y llegó el turno de los alemanes.
El mando springbok preveía una noche dura pero se quedaron cortos: fue infernal. El bombardeo alemán sobre Delville Wood fue brutal. En algunos sectores del bosque llegaron a caer hasta 400 proyectiles por minuto, según varias fuentes. El bosque permaneció como una tea encendida la mayor parte de la noche. La culpa fue de las bombas incendiarias y de las toneladas de troncos y raíces que ardieron sin cesar. El gas también apareció como un fantasma nocturno. Era solo el preludio de los tres ataques alemanes que se sucedieron uno tras otro a lo largo de la madrugada, y que apenas pudieron repelerse a con fusilería, bayonetas y algún que otro culatazo.
Sobre las tres de la madrugada el informe que llegó al cuartel general de Tanner era muy inquietante. La esquina noroeste del bosque era alemana. La esquina nordeste la defendía, de izquierda a derecha, una compañía y media del 2º de Natal con una compañía del 1º de soporte. Más a la derecha estaba una compañía del 3º con una del 4º en segunda línea. El extremos sureste del bosque lo defendían dos compañías del 3º y en el flanco meridional lo defendían una compañía del 2º y otra del 3º, con una del 4º de reserva. En el tercio oeste de Princes Street resistía media compañía del 2º que junto a dos compañias del 1º cerrando el flanco defensivo desde Longueval.
El cuartel general sudafricano hervía literalmente. Lo que a las cuatro de la tarde parecían pequeños errores o carencias, a las cuatro de la madrugada era una amarga confirmación: ante las escasas posibilidades de resistir en un sector tan comprometido, entrar en Delville Wood había sido un suicidio. Esa misma madrugada los mandos springboks contactaron con el XIII Cuerpo para exponerles la situación. Sin llegar a proponer una retirada aconsejaban una 'reubicación' de las tropas en el frente.
Continuará en: Springboks en el Somme: la batalla por Longueval y Delville Wood, 15-20 de julio de 1916 (II)
Esa fue la última nota que envió el coronel E.F. Thackeray - mando del 3r Regimiento de la Brigada Sudafricana (BSA) - a su cuartel general poco antes de que los últimos supervivientes del contingente sudafricano evacuasen Delville Wood el 20 de julio, tras seis días de cruentos combates cuerpo a cuerpo en un infierno de bombas incendiarias y gas.
La batalla por Delville Wood, que comenzó el 15 de julio y no terminó hasta el 3 de septiembre, venía precedida de dos semanas de combates con pírricas ganacias en el norte y centro del sector del Somme y algún éxito en el sector de Montauban y Bernafay Wood a un coste de bajas brutal. Más al oeste, y a pesar de los ataques del 17º batallón del regimiento de Manchester del 9 de julio, los alemanes aún resistían en un sector de Trônes Wood, situado en la vertical meridional de Longueval y Delville Wood. La posición enemiga de Trônes Wood se adentraba como un saliente en el sector inglés, dificultando cualquier avance británico por el temido fuego de enfilada desde ambos flancos del saliente. Por esta razón, y con el objetivo de 'rectificar' la línea del frente, Rawlinson ordenó al XIII Cuerpo de Congreve que tomase Longueval y la zona boscosa adyacente, Delville Wood.
Delville Wood, Bois o Bosque d'Elville - su denominación francesa y original - era una área boscosa de poco más de 100 ha., que lindaba al este con el pueblo de Longueval. De forma trapezoidal, se dividía por secciones aprovechando las hileras de robles y hayas que lo poblaban, y que permitían entrever un pequeño callejero. De oeste a este, y saliendo de una calle de Longueval, la 'avenida' Princes Street cruzaba longitudinamente el bosque. De esta vía, y en dirección norte partían otras tres 'calles', que de oeste a este se identificaban como Strand, Regent y Bond Street. Hacia el sur de Princes Street también partían tres 'calles', Buchanan, Campbell y King Street, en dirección oeste-este.
La importancia estratégica de Delville Wood, una vez sobrepasado Longueval por el sur y el oeste, era el de convertirse en un saliente dentro de las líneas enemigas, que amenazase los puntos de observación artillera alemana y permitiese hostigar al enemigo con fuego de enfilada. A pesar de los bombardeos previos, los alemanes seguían manteniendo tres líneas de trincheras en dirección nordeste-sudeste, que distaban entre 50 y 75 metros cada una.
Sobre la fecha escogida para el ataque, 14 de julio, parece que Haig la eligió como un guiño hacia los franceses por las quejas de éstos hacia la pobre contribución británica en el Somme. Cierto o no, el hecho es que aconsejado por Rawlinson, Haig ordenó un ataque en la línea Bazentin le Grand Wood-Longueval-Delville Wood. El objetivo final era conquistar High Wood, al noroeste de Longueval y Ginchy y Guillemont al sur y sureste de Delville Wood. Para ello era necesaria la toma de Longueval y Delville Wood, ya que proporcionaban un puntal decisivo para un ataque en sendos flancos.
Vistos los resultados del 1 de julio, como el resto de ataques aislados de los días previos, Rawlinson decidió introducir una serie de cambios tácticos. Siempre con el efecto sorpresa en mente, optó por adelantar la posición de sus tropas durante la noche previa y ordenó un intenso bombardeo sobre la línea alemana unos minutos antes de la hora cero para que no se pudiesen reponer del golpe antes de que la infantería británica ocupase su línea. Rawlinson comenzaba a perfeccionar su táctica del 'bite and hold', del morder y resistir (o agarrarse) al terreno a la espera del temible y seguro contraataque alemán.
Junto a la sorpresa, Rawlinson programó el ataque un poco antes del alba por temas de visibilidad y redujo el frente a poco más de 6 kilómetros para concentrar el golpe. Haig no accedió en un primer momento a estos cambios. Le preocupaba, especialmente, la inexperiencia de los 'Nuevos Ejércitos de Kitchener' en operaciones nocturnas. Rawlinson no cedió, y con el apoyo de sus generales, defendió el plan original con maniobras nocturnas incluidas. Haig acabó accediendo de mala gana y el ataque se programó para las 03.45 am del 14 de julio.
Longueval
Poco antes de las 3 de la madrugada del 14 de julio, las brigadas 26ª y 27ª de la 9ª escocesa llegaron a la parte baja de las lomas de Caterpillar Valley. Con los Black Watch y los Argyll (Argyll & Sutherland Highlanders) abriendo camino, la 9ª división escocesa y la 18ª de Maxse avanzaron desde Bernafay Wood hasta el saliente. El ataque principal se encargó a la Brigada 26ª. El 8º de los Black Watch y el 10º de los Argyll irían a la vanguardia con los Seaforth Highlanders y los Gordon Highlanders de cobertura y los Queen's Own Cameron Highlanders de reserva. La brigada 27ª (11º y 12º de los Royal Scots Fusiliers, el 10º de los Argyll, los King's Own Scottish Borderers y el 9º de los Cameronians) también participaría con el apoyo de la Brigada Sudafricana (BSA) en reserva. El plan inicial de Congreve consistía en que capturado Longueval por la 26ª y 'limpiadas' las bolsas de resistencia alemanas, la 27ª la sobrepasase para iniciar la conquista de Delville Wood. Los alemanes defendían el saliente con el cuerpo Magdeburg. El 72º RI de Turíngia, al norte y noroeste de Longueval, el 26º RI Fürst Leopold von Anhalt Dessau también al norte de Longueval, y los RI 107 y 153 de Turingia defendiendo Delville Wood.
Los tiempos se cumplieron y a las 3.20 de la madrugada se inició el bombardeo sobre las posiciones alemanas en Longueval y Delville Wood, combinado con una cobertura de ametralladora sobre las pocas edificaciones que quedaban en pie. El silbato de avance sonó veinte minutos después. Von Armin, comandante del VI Cuerpo alemán, no iba a quedarse de brazos cruzados. Aprovechó su ventaja en el terreno y envió a tropas contra el flanco derecho del ataque británico. A pesar de ello, el ataque cogió por sorpresa a los alemanes. Los escoceses avanzaron bien de inicio pero los alemanes iban a resistir. Las órdenes del Alto Mando alemán eran muy explícitas sobre la resistencia en el Somme: 'resistir a cualquier precio y no dejar un palmo de suelo al enemigo'. Esa fue la respuesta que recibió un mando de los Highlanders después de haber ofrecido la rendición a una unidad alemana rodeada en Longueval:'Yo y mis hombres tenemos órdenes estrictas de defendar la posición con nuestras vidas. Los alemanes sabemos como obedecer órdenes. Les agradecemos su oferta, pero moriremos donde estamos'.
Y así fue.
La lucha por Longueval fue muy dura. Las tropas británicas sufrieron lo indecible para avanzar a pesar de que el bombardeo previo había sido durísimo. La casi totalidad de los refugios subterráneos y bodegas fue destruida pero los alemanes se parapetaron en los edificios y ruinas que quedaron en pie. La mayoría de combates fueron casa por casa y cuerpo a cuerpo. Falkenhayn no podía estar más contento: los suyos se estaban dejando algo más que la piel. Los violentos combates por las ruinas de Longueval se dilataron hasta media mañana. El empuje de los escoceses se fue diluyendo a causa de los contraataques alemanes, alimentados por el fluir contínuo de reservas. Los Highlanders hicieron un último intento al rayar el mediodía pero los alemanes demostraron una enconada resistencia. Los focos de resistencia estaban al extremo noreste del pueblo y en Delville Wood, en el flanco derecho del ataque. A primeras horas de la tarde los escoceses solo controlaban la parte sur y occidental de Longueval. Los Highlanders estaban destrozados. La 27ª tuvo que hacerse cargo de las posiciones.
En los planes originales, la toma completa de Longueval era un requisito sine qua non para iniciar la conquista de Delville Wood. El hecho de que no se hubiese completado era un contratiempo enorme. No solo por la difícil situación en la que quedaron las tropas que parapetadas en Longueval, sino porque adentrarse en Delville Wood sin ninguna cobertura era un suicidio.
Sobre la una del mediodía, Furse - al mando de la 9ª División, informó a Henry T.Lukin, comandante de la brigada susadricana, que tan pronto la 27ª avanzase algo más en Longueval, los suyos debían atacar Delville Wood.
Y se así se inició el segundo acto de la tragedia.
Delville Wood
La conquista de Delville Wood se improvisó como una huida hacia adelante por la fallida captura de Longueval. La misión recayó sobre las tropas de la Brigada Sudafricana de Infantería (BSA) aunque también participaron en la operación inicial unidades de las divisiones 18ª y 3ª.
La Brigada sudafricana (BSA) o SAI (South Aftrican Infantry), y coloquialmente conocida como los Springboks - en honor a las peculiares gacelas de Sudáfrica - estaba formada por 4 regimientos de infantería. El 1º del Cabo de Buena Esperanza o Cape of Good Hope Regimient, el 2º del Estado libre de Orange y Natal (Orange Free State & Natal Regiment), el 3º regimiento del Transvaal y Rodesia y el 4º Sudafricano escocés (South African Scottish Regiment). La brigada sudafricana se completó con la 64ª compañía de artillería y la 28ª de ametralladoras. La brigada la comandaba el general de brigada Henry T. Lurkin, con experiencia en las Guerras zulúes de 1879, la Guerra de los Bóers (1899-1902) y la campaña africana contra las colonias alemanas del suoeste de 1915 y 1916.
Previa a su llegada al Frente occidental, los Springboks ya habían entrado en combate luchando contra los Senussi al oeste de Egipto, en la actual Líbia. La BSA que llegó a Marsella en abril de 1916 contaba con más de 160 oficiales y cerca de 5700 efectivos. Acuartelados en Bailleul, se entrenó a los Springboks en la guerra de trincheras hasta que fueron trasladados al norte y entraron a formar parte - junto a las brigadas 26ª y 27ª - de la 9ª (Scottish) Division del general de división W.T. Furse, dentro del XIII Cuerpo del general Congreve. La misión del XIIIº Cuerpo, en el flanco derecho del sector del Somme, era capturar la cresta que iba desde Waterlot Farm (al sur de Delville Wood) hasta Bazentin-le-Grand, para conquistar Montauban y sus alrededores, asegurando Montauban Alley y ocupando los bosques de Bernafay y Trônes.
La BSA, junto al resto de la 9ª escocesa, se libró del fatídico 1 de julio. No fue hasta el 5 de julio que los Springboks subiron a la línea, para realizar misiones de reserva y de cobertura como en el caso de Bernafay Wood cuando relevó a 2 regimientos escoceses de la 27ª. El 9 de julio dos compañías del 4º de los South African Scottish (SAS) lucharon en Trônes Wood pero tuvieron que retirarse hasta sus posiciones iniciales en el reducto Glaz (Glaz Redoubt). El 13 de julio los sudafricanos fueron relevados en Bernafay Wood y se reagruparon en Talus Boise. La previsión, y las órdenes, situaban a los Springboks como unidad de reserva de la 27ª brigada que tenía previsto atacar Longueval. Pero la realidad se impuso y los planes mutaron. La brigada 27ª se envió a cubrir el desgaste de la 26ª y también se fogueó con los incontables contraataques alemanes. La suerte parecía echada: La BSA iba a meterse sola en las fauces del lobo.
Las primeras instrucciones marcaban para las cinco de la tarde de ese mismo día el ataque, luego - y ante la imposibilidad de avanzar un solo palmo en Longueval - se pasaron a las siete y finalmente se dejó fijado el ataque para las cinco de la mañana del día siguiente, 15 de julio. Furse, sin embargo, fue muy explícito con las órdenes: aunque los escoceses no consiguiesen avanzar un solo metro durante toda la tarde o noche, los sudafricanos atacarían igualmente Delville Wood al alba.
Antes de entrar en el bosque, un paréntesis.
Muchas veces resulta complicado hacerse una idea del desarrollo y crudeza de los combates sin un buen apoyo cartográfico que nos lo indique. Este el caso de Delville Wood. Si se examina con detenimiento el terreno y la situación de las tropas enemigas, se llega a la conclusión de que Delville Wood era un simple ratonera. Por mucho que la artillería británica 'limpiase' o intentase 'allanar el terreno' a golpe de obús, el sector era un saliente !!!! Y por simple lógica siguió rodeado de alemanes por los cuatro costados, y aún peor: por su artillería, que solo tenía que fijar sus miras entre un sector muy limitado y repleto de enemigos. Si se recuerda la situación en que quedó el flanco izquierdo del bosque, el que linda con Longueval, se observará que los alemanes lo siguieron controlando y que, por tanto, podían atacar de enfilada desde la izquierda a los atacantes que entrasen por el sur. Igualmente, en el caso de que los alemanes reculasen al norte del bosque, podían replegarse unas decenas o cientos de metros pero seguir hostigando o montando contraataques desde el norte. Y si a estos dos flancos les sumamos el flanco derecho totalmente expuesto desde Ginchy, y el meridional - sin 'limpiar' totalmente -, la pregunta que un lector profano se hace es: ¿Por qué les dejaron entrar ahí, qué pretendían? ¿No sabían que era una misión suicida, sin al menos 'limpiar' dos de los flancos?
Los hechos contrastables de esa tarde del 14 de julio son que el general Furse, al mando de la 9ª escocesa, ordenó al general Lurkin que tomase la posicion de Delville Wood como fuese. Esa misma tarde y sin dilación, Lurkin reunió a todos sus jefes de batallón y les trasladó las órdenes del general Furse y su operativo para el día siguiente.
Previo al ataque, el 1r regimiento del Cabo de Buena Esperanza (CBE) fue enviado a fortalecer la línia de la 9ª en Longueval. Aprovechando la presunta calma nocturna, tres patrullas del CBE avanzaron con sigilo hasta el extremo norte de Longueval para confirmar sus peores pronósticos: la parte septentrional de Longueval formaba un dédalo de nidos de ametralladoras prácticamente inexpugnable. Al día siguiente, la CBE recibió la orden de retirada y se incorporó como reserva al ataque del resto de la BSA.
15 de julio
El operativo táctico de Lurkin para Delville Wood fijó dos regimientos para la ofensiva. El 3r regimiento del Transvaal y el 2º de Orange entrarían por el sector sudoeste del bosque justo al romper el alba. Con un pie en el bosque, el 3º avanzaría lo máximo hasta el norte del bosque consolidando la posición (y trinchera) de Princes Street, la 'avenida' que dividía el bosque por la mitad. La misión del 2º de Orange era eliminar cualquier bolsa de resistencia enemiga al sur de Princes Street y consolidar su posición al sur del bosque a la espera de los contraataques alemanes. En reserva, y fuera del bosque, se quedó el 4º de los South African Scottish (SAS), menos dos compañías que fueron enviadas a reforzar la línea de los Camerons, y el 1º del Cabo de Buena Esperanza, que volvió esa misma mañana de Longueval para incorporarse al ataque general de los Springboks.
Sobre las 4 de la madrugada del 15 de julio, y bajo el mando del Teniente Coronel William Tanner (comandante del 2º de Orange), los regimientos 2º y 3º llegaron a una trinchera de comunicación al este de Longueval junto con el 4º que quedaría en reserva. El avance se inició sobre las seis de la mañana desde una trinchera que ocupaban los Cameron Highlanders) y que se adentrada unos metros en el bosque. Previo al avance, varias patrullas advirtieron a Tanner que que los alemanes solo defendían unas posiciones al norte del bosque, pero que tampoco podían asegurarlo por la poca visibilidad.
La progresión fue dificultosa por la resistencia alemana pero, sobre todo, por la naturaleza del terreno. Delville Wood ya no era el precioso bosque de robles y hayas de antaño sino un espacio sembrado de cráteres y plagado de raíces, troncos y desechos humanos que hacían muy difícil el avance. Guiados por los Cameronians, los Springboks llegaron hasta Buchanan street, la vía más cercana a la entrada del bosque por el sudoeste y que conducía en dirección norte hacia Princes Street. Tanner estableció su cuartel general en Buchanan donde planeó asegurar el sur del bosque para luego alcanzar el punto más al norte e ir asegurando todo el perímetro hasta el sudoeste, recorriendo el flanco que lindaba con Longueval.
El avance fue mejor de lo esperado, sobre las 7.00 de la mañana el 3º Transvaal y una compañía del 2º de Orange controlaban la sección meridional del bosque hasta Princes Street. A las nueve de la mañana el 3º ya ocupaba el área entre Princes y South street. Las compañías A y B ocuparon las posiciones más avanzadas, la C cavó como pudo un parapeto un poco al norte de South Street y la D se aventuró más allá de Princes Street, quedándose en una posición intermedia entre Princess y el límite nororiental del bosque. Las tropas del 2º adelantaron a las del 3º, excepto una compañía y adentraron en el bosque en dirección norte. Las órdenes de Tanner fueron muy claras: subir hasta Strand Street, penetrar en dirección noroeste y mantener la posición. Nada, pero todo. Las tres compañía del 2º lograron hasta el objetivo pero otra cosa era mantenerlo. El frente a ocupar tenía más de kilómetro de longitud y los efectivos muy justos para mantener una línia contínua y compacta. Una primera reacción alemana no tardó en llegar. Los de Orange se vieron sorprendidos por un potente fuego de artillería y ametralladora que procedía del norte del perímetro. Apenas habían cavado lo más parecido a una trinchera que tuvieron que refugiarse tras raíces y troncos. Comenzaron a producirse bajas, tanto por la esquirlas de obús como por los miles de astillas que volaban a consecuencia del bombardeo, pero resistieron. Las unidades al sur del bosque tuvieron una mañana más plácida y fructífera: dos patrullas del 3º hicieron más de 140 prisioneros mientras peinaban el sector al sur de Rotten Row.
A mediodía, la situación parecía controlada. Los sudafricanos habían 'limpiado' gran parte de Delville Wood, alcanzado el perímetro norte y asegurado el flanco derecho que miraba a Ginchy. No obstante, pasadas las 14.30 h. Tanner informó a Lurkin que seguía habiendo bolsas de resistencia. La más importante al noroeste del bosque, donde se unía con el foco de resistencia también al norte de Longueval. A pesar de este obstáculo a las 15.00 de la tarde del 15 de julio la práctica totalidad de Delville Wood estaba en manos británicas. En apenas horas los Springboks habían ocupado Delville Wood, habían capturado más de 140 prisioneros y habían tomado posiciones a lo largo de casi todo el perímetro.
La cuestión, como intuyeron los mandos poco después, no era tomar el bosque si no conservalo. Los planes iniciales de Lurkin consistieron en tomar el bosque, instalarse en todo el perímetro y dispersar las tropas en pequeños destacamentos junto con ametralladoras para defenderlo. Lurkin, sin embargo, ideó una versión muy light del 'bite & hold'. Había desalojado al enemigo pero el 'agarre' al terreno era muy débil, como la resistencia que podía plantar a un enemigo que iba a machacarlos por tres flancos. Y esto es lo que iba a suceder. El factor 'agarre' no fue tanto por la falta de efectivo - que también - sino por la naturaleza del terreno, que lo hacía impracticable para cualquier tipo de defensa efectiva. El suelo, plagado de raíces, troncos y tocones hacía imposible cavar trincheras de más de dos palmos.
A pesar de haber consolidado la posición en el bosque, Lurkin y Tanner coincidieron en dos apreciaciones. La primera referida a la fragilidad del frente norte, la segunda a la virtualidad de la situación, como si los alemanes no hubiesen presentado resistencia para dejarlos entrar en una ratonera. Esto último era más una intuición pero no les falló el pálpito.
Poco después de la 3 de la tarde, una lluvia de obuses anticipó el ataque del 6º bávaro por el perímetro este, procedente de Ginchy. Fueron rechazados pero a un coste muy alto. Tanner se vio obligado a pedir refuerzos: una compañía completa del 2º de Orange había sido aniquilada. Era solo un aperitivo. Sobre las cuatro de la tarde se avistaron tropas alemanes por la bolsa que resistía al noroeste del bosque. Los primeros contraataques por ese flanco no iban tardar. Un brutal bombardeo en el extremo noroeste anticipó un ataque masivo, eran las 16.40 h. Los sudafricanos resistían como podían. A las seis y media Tanner recibió un informe: la línea al noroeste aguantaba de un hilo. Envió una compañía de los South African Scottish al norte para tapar la brecha, otra de los SAS para cubrir a los del 3º y envió unidades del 1º del CBE para ayudar a los de Orange. La posición sudafricana resistía a un precio altísimo, pero en vista de lo que estaba por venir y siendo consciente de su frágil (y absurda) situación, Tanner recomendó replegar a sus Springboks y acortar frente. Defendían 1,5 km de frente con apenas 2800 efectivos.
Lukin accedió. Pero era un brindis al sol.
Congreve conminó a Lurkin a que enviase dos compañías al noroeste del bosque a apoyar un contraataque de la 9ª escocesa contra la bolsa que resistía al norte de Longueval, no a resistir los contraataques alemanes en el bosque !! Como era de preveer no hubo suerte al norte de Longueval. La bolsa alemana resistió. Cayó la noche y llegó el turno de los alemanes.
El mando springbok preveía una noche dura pero se quedaron cortos: fue infernal. El bombardeo alemán sobre Delville Wood fue brutal. En algunos sectores del bosque llegaron a caer hasta 400 proyectiles por minuto, según varias fuentes. El bosque permaneció como una tea encendida la mayor parte de la noche. La culpa fue de las bombas incendiarias y de las toneladas de troncos y raíces que ardieron sin cesar. El gas también apareció como un fantasma nocturno. Era solo el preludio de los tres ataques alemanes que se sucedieron uno tras otro a lo largo de la madrugada, y que apenas pudieron repelerse a con fusilería, bayonetas y algún que otro culatazo.
Sobre las tres de la madrugada el informe que llegó al cuartel general de Tanner era muy inquietante. La esquina noroeste del bosque era alemana. La esquina nordeste la defendía, de izquierda a derecha, una compañía y media del 2º de Natal con una compañía del 1º de soporte. Más a la derecha estaba una compañía del 3º con una del 4º en segunda línea. El extremos sureste del bosque lo defendían dos compañías del 3º y en el flanco meridional lo defendían una compañía del 2º y otra del 3º, con una del 4º de reserva. En el tercio oeste de Princes Street resistía media compañía del 2º que junto a dos compañias del 1º cerrando el flanco defensivo desde Longueval.
El cuartel general sudafricano hervía literalmente. Lo que a las cuatro de la tarde parecían pequeños errores o carencias, a las cuatro de la madrugada era una amarga confirmación: ante las escasas posibilidades de resistir en un sector tan comprometido, entrar en Delville Wood había sido un suicidio. Esa misma madrugada los mandos springboks contactaron con el XIII Cuerpo para exponerles la situación. Sin llegar a proponer una retirada aconsejaban una 'reubicación' de las tropas en el frente.
Continuará en: Springboks en el Somme: la batalla por Longueval y Delville Wood, 15-20 de julio de 1916 (II)
jueves, 17 de septiembre de 2015
Contabilidad Electrónica ¿Qué es? ¿Cómo funciona? ¿Estoy obligado?
La contabilidad es una herramienta para generar información útil para la toma de decisiones en las empresas de todo tamaño, desafortunadamente en México son pocas las PYME´s que se ocupan de contar con registros contables actualizados y apegados de la forma más razonable a la realidad del negocio, sin embargo, con la obligación de envío de reportes a la autoridad fiscal, el panorama cambiará drásticamente. Conoce de qué se trata, cómo te impacta y si eres o no uno de los obligados al envío.
La serie “ABC de Impuestos para PYME´s” es una herramienta para el empresario de hoy, tiene como meta alcanzar a un amplio público de emprendedores y empresarios interesados en encontrar formas ágiles de cumplir con sus obligaciones fiscales y no perder en el intento.
lunes, 14 de septiembre de 2015
ISR: Su transformación hacia un impuesto justo.
El Impuesto Sobre la Renta es una contribución del sistema tributario mexicano que graba la obtención de ingresos de las personas físicas y morales residentes en territorio nacional, o cuya fuente de riqueza provenga del país, esto implica que su objeto principal sea grabar la generación de riqueza teniendo como base el monto de las utilidades o de los ingresos, según sea el caso y dependiendo del contribuyente, sin embargo, ¿Qué tan cierto es que el ISR verdaderamente sea un impuesto que se enmarque bajo el principio constitucional de proporcionalidad?
Pensemos en la proporcionalidad, no hay forma de que un impuesto sea proporcional si una persona física cuyos ingresos superen los $ 500,000.00 pesos pague un ISR a la tasa del 35%, mientras que una gran corporación con ingresos en miles de millones aplique una tasa nominal del 30%, recalcando el término nominal, ya que a partir de estrategias para eficientar el pago de impuestos, las tasas reales suelen ser simbólicas respecto de lo que efectivamente deberían pagar.
Desde esa perspectiva, no hay proporcionalidad en ello, entendiéndose ésta desde la perspectiva de que aquel cuyos ingresos sean mayores debería pagar más impuestos, pero incluso, el tema puede ir mucho más allá, el diseño actual del impuesto sobre la renta no promueve la inversión, la creación de empresas y tampoco fomenta la cultura emprendedora, ya que no brinda estímulos para la creación de nuevos negocios.
En ese sentido, si bien es cierto, que el régimen de incorporación fiscal genera algunos incentivos para la formalidad, éstos son menores y de eficacia aún en duda, además de limitarse a la creación de micronegocios para personas físicas. El punto no debería ser solo ese, por el contrario, el enfoque debería contemplar a ese segmento de la economía y al mismo tiempo generar mejores condiciones para el resto de sectores.
Siendo así, respondamos entonces la pregunta central del presente ensayo ¿Cómo podemos transformar al ISR en un impuesto más justo? La propuesta de éste servidor se centra en tres ejes, que a continuación describo:
- Establecer una tarifa progresiva general, tanto para personas físicas con actividades empresariales como personas morales, que vaya en función del nivel de ingresos, como la que hoy aplica para personas físicas, manteniendo adicionalmente el Régimen de Incorporación Fiscal exclusivo para contribuyentes con el menor nivel de ingresos, para de esta forma no caer en el error de tratar igual a los desiguales, pensando en la capacidad contributiva de cada uno.
- Generar un esquema de reducciones o descuentos a la tarifa general en función de la cantidad de personal empleado, es decir, fomentar la creación de empleos desde la premisa de que entre más empleados tenga la empresa, menor será la tasa de ISR a pagar, cuyo descuento podría iniciar en un 1% y hasta 5% de reducción a partir del número de empleados formales.
- Diseñar un estímulo a la cultura emprendedora, en el cual, las empresas de nueva creación, personas físicas y morales tengan un descuento de al menos el 50% del ISR determinado en los dos primeros ejercicios, y gradualmente ir aumentando hasta llegar a pagar el 100% a partir del sexto ejercicio.
Sin embargo, para que una transformación radical del impuesto sobre la renta sea efectiva y pueda dinamizar la economía nacional, tendría, necesariamente, que venir acompañada de una modernización de los impuestos al consumo y de las contribuciones de seguridad social.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Régimen de Incorporación Fiscal ¿Qué es y cómo entenderlo?
Si estas iniciando tu camino como emprendedor o no entiendes cómo cumplir con tus obligaciones fiscales este capítulo del ABC de Impuestos te interesa.
El Régimen de Incorporación Fiscal es una opción con la que pueden pagar sus impuestos las personas físicas que realicen únicamente actividades empresariales, que enajenen bienes o presten servicios por los que no se requiera para su realización de título profesional, pueden hacer pagos definitivos bimestrales, y que además tienen una serie de descuentos en materia de ISR que van desde el 100% hasta el 10% a lo largo de 10 años, siempre y cuando, sus ingresos anuales no rebasen los 2 millones de pesos.
La serie “ABC de Impuestos para PYME´s” es una herramienta para el empresario de hoy, tiene como meta alcanzar a un amplio público de emprendedores y empresarios interesados en encontrar formas ágiles de cumplir con sus obligaciones fiscales y no perder en el intento.
El Régimen de Incorporación Fiscal es una opción con la que pueden pagar sus impuestos las personas físicas que realicen únicamente actividades empresariales, que enajenen bienes o presten servicios por los que no se requiera para su realización de título profesional, pueden hacer pagos definitivos bimestrales, y que además tienen una serie de descuentos en materia de ISR que van desde el 100% hasta el 10% a lo largo de 10 años, siempre y cuando, sus ingresos anuales no rebasen los 2 millones de pesos.
La serie “ABC de Impuestos para PYME´s” es una herramienta para el empresario de hoy, tiene como meta alcanzar a un amplio público de emprendedores y empresarios interesados en encontrar formas ágiles de cumplir con sus obligaciones fiscales y no perder en el intento.
viernes, 14 de agosto de 2015
Las peripecias de Fray Bentos en la Gran Guerra
Una de las facetas más espectaculares -y siniestras- de la Primera Guerra Mundial fue su indudable contribución al avance de la ciencia y de la técnica. El inicio de la guerra química y sus funestos resultados coincidieron con el perfeccionamiento acelerado de la aeronáutica o los impresionantes avances en medicina. Aunque la mayoría de ciencias y disciplinas técnicas ya estaban experimentado un gran avance desde inicios del siglo XX, la guerra aceleró su desarrollo. No obstante, mientras la ingeniería aeronáutica vivió un progreso fulgurante, el sector terrestre apenas avanzó. Con la Guerra de Secesión americana ya surgieron voces para crear un artilugio móvil y blindado que permitiese el desplazamiento de armamento y tropas por el campo de batalla pero los decenios pasaron y al llegar la Gran Guerra todo eran bocetos a cada cuál más inverosímil o fantasioso.
La guerra europea que estalló en agosto de 1914, a finales de año era mundial y el número de bajas crecía a un ritmo infernal: antes de 1915 los muertos superaban el millón. La tecnología, especialmente artillera, y la estupidez eran las responsables. Los cañones y obuses de gran calibre conquistaron el campo de batalla y la táctica militar. La defensa se impuso al ataque y la guerra de movimiento murió. Los frentes se estabilizaron y los ejércitos corrieron refugiarse bajo la débil protección de las trincheras, que sembraron los campos de batalla junto a las alambras de espino y otros ingenios defensivos. Cualquier éxito pasaba por el dominio de la artillería, que fue proliferando a golpe de obús y a miles de muertos. El control de la potencia de fuego, la gestión de la munición y el progreso en nuevas técnicas como la barrera de fuego o creeping barrage para proteger el avance de la infantería tras una cortina de obuses o el trabajo de contrabatería serían algunos de los caballos de batalla, literalmente, de la nueva guerra. Las principales cuestiones tácticas que surgieron con la guerra de trincheras consistían en como superar el cinturón defensivo enemigo para conquistar las líneas enemigas.
Aunque la máxima de Pétain de "la artillería destruye y la infantería ocupa" era meridianamente cierta, era necesario contar con un elemento sorpresa y la filosofía del tanque era simple. Se trataba de construir un artefacto móvil capaz de transportar a un grupo de soldados en su interior con el objetivo de romper las líneas enemigas para recuperar o conquistar territorio enemigo cruzando, previamente, un campo de batalla lleno de obstáculos como trincheras, cinturones de alambradas o enormes cráteres de obús. El fruto de esa visión acabaría concretándose en 1916 con el tanque Mark I después de algunos antecedentes como los "Little" y "Big Willie", que acabarían derivando en uso y forma en la familia de tanques Mark. La apuesta por el tanque fue producto del empeño del coronel E. Swinton y de Maurice Hankey, Secretario del Committee for Imperial Defence, que convencieron a Winston Churchill para que la Marina británica encauzase el proyecto después de la negativa del British War Office.
Así, y bajo el manto protector del Almirantazgo y el padrinaje de Churchill y de Lloyd George, futuro Primer ministro, se encauzó el diseño y producción del tank. El recién creado Landships commitee y el ya existente Inventions commitee fundieron sus esfuerzos. Con la ayuda del teniente Walter Wilson, miembro del RNAS y del ingeniero William Triton de la William Foster & Co. se comenzó a proyectar el tanque. Éste debía cumplir con tres condicionantes: que se desplazase -como mínimo- al paso de una persona (unos 6 Km/h), que fuese capaz de subir pendientes de unos 2 metros o franquear trincheras de dos metros de ancho y que soportase la potencia de fuego de armas ligeras.
Bajo estas premisas, y tras las probaturas de los "Willies", el primer tanque que vio la luz fue el Mark I. El tanque, bautizado así en parte como despiste y en parte por la forma - que decían - tenía de tanque de agua, pesaba unas 28 Tn, tenía un blindaje de entre 6 y 12 mm, dependiendo de la sección del casco y una capacidad para 8 personas. Existieron dos versiones del Mark I. La versión "masculina" incorporaba un armamento de 2 cañones ligeros Hotchkiss de 57 mm y tres ametralladoras Hotchkiss, mientras que el Mark I hembra solo montaba 4 ametralladoras Vickers y una Hotchkiss.
El Mark I hizo su debut el 15 de septiembre de 1916 en el Somme, durante la batalla de Flers-Courcelette en la que tomaron parte unos treinta tanques, siendo solo 9 los que llegaron a las líneas alemanas. El resultado tuvo varias lecturas. Las negativas ofrecían un panorama todavía incierto, sobretodo en cuanto a fiabilidad ya que de los 50 tanques que llegaron a Francia solo tres decenas salieron al campo de batalla y tan solo un tercio de estos culminó su objetivo. Las conclusiones positivas permitían observar el futuro con esperanza. El tanque había sido capaz de cruzar la temida "Tierra de nadie", vadear cráteres de extensión media, aplastar los cinturones de alambradas, franquear trincheras de casi tres metros de ancho, dar cobertura al avance de la infantería, y sobre todo asustar al enemigo. Con esta perspectiva, la producción se multiplicó y el papel del tanque fue 'in crescendo' hasta el final de la guerra, con el elemento de la innovación siempre en la mente de los ingenieros. Hasta nueve versiones del Mark se realizaron durante la guerra, pero fue un Mark IV (y su tripulación) el que protagonizó una de los episodios más sorprendentes de la guerra.
La guerra europea que estalló en agosto de 1914, a finales de año era mundial y el número de bajas crecía a un ritmo infernal: antes de 1915 los muertos superaban el millón. La tecnología, especialmente artillera, y la estupidez eran las responsables. Los cañones y obuses de gran calibre conquistaron el campo de batalla y la táctica militar. La defensa se impuso al ataque y la guerra de movimiento murió. Los frentes se estabilizaron y los ejércitos corrieron refugiarse bajo la débil protección de las trincheras, que sembraron los campos de batalla junto a las alambras de espino y otros ingenios defensivos. Cualquier éxito pasaba por el dominio de la artillería, que fue proliferando a golpe de obús y a miles de muertos. El control de la potencia de fuego, la gestión de la munición y el progreso en nuevas técnicas como la barrera de fuego o creeping barrage para proteger el avance de la infantería tras una cortina de obuses o el trabajo de contrabatería serían algunos de los caballos de batalla, literalmente, de la nueva guerra. Las principales cuestiones tácticas que surgieron con la guerra de trincheras consistían en como superar el cinturón defensivo enemigo para conquistar las líneas enemigas.
Aunque la máxima de Pétain de "la artillería destruye y la infantería ocupa" era meridianamente cierta, era necesario contar con un elemento sorpresa y la filosofía del tanque era simple. Se trataba de construir un artefacto móvil capaz de transportar a un grupo de soldados en su interior con el objetivo de romper las líneas enemigas para recuperar o conquistar territorio enemigo cruzando, previamente, un campo de batalla lleno de obstáculos como trincheras, cinturones de alambradas o enormes cráteres de obús. El fruto de esa visión acabaría concretándose en 1916 con el tanque Mark I después de algunos antecedentes como los "Little" y "Big Willie", que acabarían derivando en uso y forma en la familia de tanques Mark. La apuesta por el tanque fue producto del empeño del coronel E. Swinton y de Maurice Hankey, Secretario del Committee for Imperial Defence, que convencieron a Winston Churchill para que la Marina británica encauzase el proyecto después de la negativa del British War Office.
Así, y bajo el manto protector del Almirantazgo y el padrinaje de Churchill y de Lloyd George, futuro Primer ministro, se encauzó el diseño y producción del tank. El recién creado Landships commitee y el ya existente Inventions commitee fundieron sus esfuerzos. Con la ayuda del teniente Walter Wilson, miembro del RNAS y del ingeniero William Triton de la William Foster & Co. se comenzó a proyectar el tanque. Éste debía cumplir con tres condicionantes: que se desplazase -como mínimo- al paso de una persona (unos 6 Km/h), que fuese capaz de subir pendientes de unos 2 metros o franquear trincheras de dos metros de ancho y que soportase la potencia de fuego de armas ligeras.
Bajo estas premisas, y tras las probaturas de los "Willies", el primer tanque que vio la luz fue el Mark I. El tanque, bautizado así en parte como despiste y en parte por la forma - que decían - tenía de tanque de agua, pesaba unas 28 Tn, tenía un blindaje de entre 6 y 12 mm, dependiendo de la sección del casco y una capacidad para 8 personas. Existieron dos versiones del Mark I. La versión "masculina" incorporaba un armamento de 2 cañones ligeros Hotchkiss de 57 mm y tres ametralladoras Hotchkiss, mientras que el Mark I hembra solo montaba 4 ametralladoras Vickers y una Hotchkiss.
El Mark I hizo su debut el 15 de septiembre de 1916 en el Somme, durante la batalla de Flers-Courcelette en la que tomaron parte unos treinta tanques, siendo solo 9 los que llegaron a las líneas alemanas. El resultado tuvo varias lecturas. Las negativas ofrecían un panorama todavía incierto, sobretodo en cuanto a fiabilidad ya que de los 50 tanques que llegaron a Francia solo tres decenas salieron al campo de batalla y tan solo un tercio de estos culminó su objetivo. Las conclusiones positivas permitían observar el futuro con esperanza. El tanque había sido capaz de cruzar la temida "Tierra de nadie", vadear cráteres de extensión media, aplastar los cinturones de alambradas, franquear trincheras de casi tres metros de ancho, dar cobertura al avance de la infantería, y sobre todo asustar al enemigo. Con esta perspectiva, la producción se multiplicó y el papel del tanque fue 'in crescendo' hasta el final de la guerra, con el elemento de la innovación siempre en la mente de los ingenieros. Hasta nueve versiones del Mark se realizaron durante la guerra, pero fue un Mark IV (y su tripulación) el que protagonizó una de los episodios más sorprendentes de la guerra.
Las peripecias de Fray Bentos
El F41 o Fray Bentos era un tanque Mark IV perteneciente al batallón o sección 'F' del Tank Corps. La serie del Mark IV, con no demasiadas mejoras respecto al I (las series II y III se destinaron a entrenamiento), incorporaba 2 cañones Hotchkiss de caña corta (6 libras) en las barbetas, 2 ametralladoras Lewis (también en las barbetas) y otra en el casco. El curioso nombre de Fray Bentos, se lo puso -muy seguramente- el capitán Donald Richardson, antiguo dueño de una tienda de comestibles ya que Fray Bentos era una marca de carne enlatada que fabricaba la casa Oxo y de ahí la irónica comparación con los rigores que vivían los soldados en el interior de esas 'latas' móviles.
Las peripecias de Fray Bentos comenzaron a las 4.45 h. del 22 de agosto de 1917 cuando Richardson, comandante del batallón F y ese día a bordo del F41, ordenó avanzar hacia a las líneas enemigas desde de la trinchera Capricorn, justo detrás de la granja Spree. A pesar de que el campo de batalla era un mar de lodo, la misión era conquistar (con el apoyo de la infantería) una serie de búnqueres en la colina 35. La colina y sus alrededores habían proporcionado al enemigo un vital punto de observación desde el inicio de la batalla de Passchendaele y era imprescindible tomarla. Los objetivos concretos del Fray Bentos era la granja Somme, la Gallipoli y la Martha. Se trataba de la primera misión del Fray Bentos (y su tripulación) y las cosas no fueron del todo mal, al principio. Al poco de la ofensiva el Fray Bentos había destruido la granja Somme (Somme farm), abandonada por los alemanes, y se dirigía solo hacia la cima de la colina 35, donde se encontraba la granja Gallipoli. A diferencia de la granja Somme, los alemanes decidieron plantar batalla y mantenerse firmes ya que se trataba del último reducto de la colina 35.
Al acercarse a la granja Gallipoli el tanque recibió un nutrido fuego de ametralladora, por lo que el piloto buscó un terreno donde cubrirse. La lluvia de impactos provocó una multitud de esquirlas que hirieron levemente a algunos de los ocupantes. Instantes después, y medio de la confusión, una bala anticarro atravesó el blindaje e hirió al piloto (teniente Hill) en el cuello. Desconcertado y herido, Hill se desentendió de los mandos. Al verlo Richardson, que estaba a su lado, intentó controlarlos pero fue demasiado tarde. El tanque dio un bandazo, y al subir un pequeño repecho de tierra embarrancó de lado, con tal mala fortuna que la barbeta derecha se hundió en el lodo y la izquierda se encaró al cielo. Inmovilizado y sin apenas armas el Fray Bentos quedaba fuera de combate.
Las peripecias de Fray Bentos comenzaron a las 4.45 h. del 22 de agosto de 1917 cuando Richardson, comandante del batallón F y ese día a bordo del F41, ordenó avanzar hacia a las líneas enemigas desde de la trinchera Capricorn, justo detrás de la granja Spree. A pesar de que el campo de batalla era un mar de lodo, la misión era conquistar (con el apoyo de la infantería) una serie de búnqueres en la colina 35. La colina y sus alrededores habían proporcionado al enemigo un vital punto de observación desde el inicio de la batalla de Passchendaele y era imprescindible tomarla. Los objetivos concretos del Fray Bentos era la granja Somme, la Gallipoli y la Martha. Se trataba de la primera misión del Fray Bentos (y su tripulación) y las cosas no fueron del todo mal, al principio. Al poco de la ofensiva el Fray Bentos había destruido la granja Somme (Somme farm), abandonada por los alemanes, y se dirigía solo hacia la cima de la colina 35, donde se encontraba la granja Gallipoli. A diferencia de la granja Somme, los alemanes decidieron plantar batalla y mantenerse firmes ya que se trataba del último reducto de la colina 35.
Al acercarse a la granja Gallipoli el tanque recibió un nutrido fuego de ametralladora, por lo que el piloto buscó un terreno donde cubrirse. La lluvia de impactos provocó una multitud de esquirlas que hirieron levemente a algunos de los ocupantes. Instantes después, y medio de la confusión, una bala anticarro atravesó el blindaje e hirió al piloto (teniente Hill) en el cuello. Desconcertado y herido, Hill se desentendió de los mandos. Al verlo Richardson, que estaba a su lado, intentó controlarlos pero fue demasiado tarde. El tanque dio un bandazo, y al subir un pequeño repecho de tierra embarrancó de lado, con tal mala fortuna que la barbeta derecha se hundió en el lodo y la izquierda se encaró al cielo. Inmovilizado y sin apenas armas el Fray Bentos quedaba fuera de combate.
El calvario
La situación de la tripulación se volvió complicada no solo por ser blanco de los enemigos, sino por el fuego amigo. Los mandos británicos no estaban dispuestos a dejar que el F41 cayese en poder los alemanes. Aunque el incidente no había dejado heridos, excepto Hill, Richardson decidió actuar con rapidez. Era necesario desencallar el tanque mediante la viga que incorporaban los Mark IV para sortear zanjas o accidentes, así que el soldado Braedy y el sargento Missen se ofrecieron voluntarios para salir y estudiar la solución. Justo cuando Braedy estaba desencadenando la viga en la parte superior del casco, ahora en el flanco descubierto, lo alcanzó una ráfaga de ametralladora y murió en el acto. Viendo la suerte de Braedy, Missen decidió volver al interior. Intuyendo la procedencia de los disparos, informó al artillero de la barbeta superior, que consiguió desplazar el cañón a un nivel paralelo al suelo, ajustó el tiro y destruyó el nido de ametralladora. Esto solo fue un aperitivo de lo que estaba por venir.Viendo el ejemplo del Fray Bentos, los mandos lanzaron al 8º de los Seafort Highlanders y al 7º de los Cameron Highlanders a la conquista de la granja Gallipoli sin mucha fortuna y con numerosas bajas. Similares a las del 9º de los Black Watch y del 10º de los Scotch Rifles que también atacaron al poco con la misma suerte.
Enrabiados por la 'impertinente' respuesta del Fray Bentos, los alemanes decidieron acabar con él por la vía directa. Acercaron un cañón a primera línea, seguramente un 77 mm, para aniquilarlo. Pintaban bastos para Fray Bentos. Minutos después un impacto dio de lleno en la barriga del tanque, y una esquirla hirió de gravedad a uno de los artilleros. Las cosas iban a peor. Parecía tiro al pichón, pero con el añadido de que el fuego amigo también se estaba cebando con ellos. Los ingleses creían que el tanque había caido en manos del enemigo y tenían el deber de destruirlo.
Los impactos y los rebotes no lo destruían, pero a poco a poco el tanque se fue hundiendo en el lodazal. Gran parte del flanco derecho estaba sumergido en el barro y la barbeta izquierda estaba ya inservible. Las cosas siguieron empeorando. Los múltiples impactos que recibió el Fray Bentos hicieron que el cadáver de Braedy y la viga se escurriesen por el lateral del tanque y bloqueasen el portón izquierdo, la única vía de escape. Liberar el tanque parecía imposible.
Llegó la tarde y los alemanes lanzaron un contraataque para recuperar la granja Somme. Situado en la trayectoria de ataque y viendo el movimiento enemigo, el Fray Bentos desbarató la ofensiva con la única ametralladora Lewis operativa. Los alemanes recularon, pero el viacrucis iba in crescendo. Minutos después la artillería alemana y la británica 'unieron' esfuerzos para machacar el indefenso tanque. La situación se hacía insostenible dentro del Fray Bentos. Richardon decidió enviar un mensajero para informar de su situación a los mandos. Missen volvió a presentarse voluntario. Pura heroicidad porque se trataba de cruzar la Tierra de Nadie a plena luz del día con los francotiradores alemanes atentos a cualquier movimiento. La carrera de Missen fue dura. Lo hirieron pero, a pesar de ello logró saltar la trinchera y dar el mensaje de auxilio. Los mandos, maravillados por la resistencia de la tripulación, ordenaron a la artillería que cesase el fuego sobre Fray Bentos.
Durante el anochecer los alemanes prosiguieron con el martilleo sobre el F41 hasta que cayó la noche. Conscientes del peligro, y a la vez de su papel como bastión, Richardson ordenó una ronda de guardias para evitar y/o repeler ataques. La noche se preveía larga. Pasadas unas horas, el capitán Richardson, medio endormiscado en su guardia, notó que el portón se entreabría. Al instante distinguió la figura de un soldado alemán con una granada en la mano. Antes de asomar la cabeza, Richardson desenfundó y lo abatió con su revólver. Por fortuna, el cuerpo cayó hacia fuera junto con la granada que estalló fuera del tanque. Advertidos por la denotación, los ingleses comenzaron a iluminar con bengalas la Tierra de nadie para evitar otro ataque nocturno sobre el tanque. La tripulación del Fray Bentos consiguió repeler otra patrulla alemana con un método poco ortodoxo pero efectivo: mientras un soldado entreabría la barbeta izquierda, otro disparaba y así coordinadamente hasta que llegaron las luces del nuevo día.
Enrabiados por la 'impertinente' respuesta del Fray Bentos, los alemanes decidieron acabar con él por la vía directa. Acercaron un cañón a primera línea, seguramente un 77 mm, para aniquilarlo. Pintaban bastos para Fray Bentos. Minutos después un impacto dio de lleno en la barriga del tanque, y una esquirla hirió de gravedad a uno de los artilleros. Las cosas iban a peor. Parecía tiro al pichón, pero con el añadido de que el fuego amigo también se estaba cebando con ellos. Los ingleses creían que el tanque había caido en manos del enemigo y tenían el deber de destruirlo.
Los impactos y los rebotes no lo destruían, pero a poco a poco el tanque se fue hundiendo en el lodazal. Gran parte del flanco derecho estaba sumergido en el barro y la barbeta izquierda estaba ya inservible. Las cosas siguieron empeorando. Los múltiples impactos que recibió el Fray Bentos hicieron que el cadáver de Braedy y la viga se escurriesen por el lateral del tanque y bloqueasen el portón izquierdo, la única vía de escape. Liberar el tanque parecía imposible.
Llegó la tarde y los alemanes lanzaron un contraataque para recuperar la granja Somme. Situado en la trayectoria de ataque y viendo el movimiento enemigo, el Fray Bentos desbarató la ofensiva con la única ametralladora Lewis operativa. Los alemanes recularon, pero el viacrucis iba in crescendo. Minutos después la artillería alemana y la británica 'unieron' esfuerzos para machacar el indefenso tanque. La situación se hacía insostenible dentro del Fray Bentos. Richardon decidió enviar un mensajero para informar de su situación a los mandos. Missen volvió a presentarse voluntario. Pura heroicidad porque se trataba de cruzar la Tierra de Nadie a plena luz del día con los francotiradores alemanes atentos a cualquier movimiento. La carrera de Missen fue dura. Lo hirieron pero, a pesar de ello logró saltar la trinchera y dar el mensaje de auxilio. Los mandos, maravillados por la resistencia de la tripulación, ordenaron a la artillería que cesase el fuego sobre Fray Bentos.
Durante el anochecer los alemanes prosiguieron con el martilleo sobre el F41 hasta que cayó la noche. Conscientes del peligro, y a la vez de su papel como bastión, Richardson ordenó una ronda de guardias para evitar y/o repeler ataques. La noche se preveía larga. Pasadas unas horas, el capitán Richardson, medio endormiscado en su guardia, notó que el portón se entreabría. Al instante distinguió la figura de un soldado alemán con una granada en la mano. Antes de asomar la cabeza, Richardson desenfundó y lo abatió con su revólver. Por fortuna, el cuerpo cayó hacia fuera junto con la granada que estalló fuera del tanque. Advertidos por la denotación, los ingleses comenzaron a iluminar con bengalas la Tierra de nadie para evitar otro ataque nocturno sobre el tanque. La tripulación del Fray Bentos consiguió repeler otra patrulla alemana con un método poco ortodoxo pero efectivo: mientras un soldado entreabría la barbeta izquierda, otro disparaba y así coordinadamente hasta que llegaron las luces del nuevo día.
23 de agosto
Al segundo mediodía la situación rayaba lo desesperante. La calor era asfixiante y el agua se había terminado, por lo que la tripulación optó por beberse el agua de los radiadores del motor. Hill había empeorado y debía recibir ayuda médica. El segundo día de encierro siguió, sin embargo, la tónica del primero: bombardeos, patrullas alemanas al acecho y defensa numantina con una sola ametralladora y revólveres. Con las primeras horas de la tardes los miembros del Fray Bentos vieron la luz al final del túnel cuando el 9º de los Black Watch reemprendió su ofensiva por la colina 35. La esperanza, sin embargo, duró poco. Los escoceses fueron rechazados. Al llegar la segunda noche Richardson comenzó a ver a su tripulación exhausta. La noche volvería a ser larga, pero era necesario resistir. Horas después, a media madrugada, Richardson oyó ruidos por el casco. Al momento ordenó a los suyos que abriesen todas las escotillas posibles y que disparasen o utilizasen cualquier arma que tuviesen a mano. La patrulla alemana fue sorprendida y rechazada. El Fray Bentos se defendía como gato panza arriba, pero las energías se iban fundiendo. La noche no había acabado y los alemanes deseosos de venganza comenzaron a acribillar el tanque con munición anticarro. Una lluvia de balas cayó sobre el Fray Bentos dejándolo como un queso gruyére. La fortuna volvió a sonreir a Fray Bentos. Hubo heridos pero no murió nadie. La noche moría.
24 de agosto
El tercer día comenzó como el segundo, pero la sed y el malsano ambiente en el interior del tanque por la olor a cordita y aceite de motor comenzaban a ser insoportables. Se imponía una solución drástica. Richardson sabía que si se quedaban, antes o después, los matarían o los cogerían prisioneros. Así que al caer la oscuridad de la noche decidió abandonar el Fray Bentos a su suerte. A las 21.00 h. ordenó a sus hombres que abriesen el portón y que volviesen con toda cautela hacia las propias líneas. Cuatrocientos metros, que se hicieron en completo silencio y bajo una manto estrellado. Las peripecias del Fray Bentos duraron sesenta horas, de las cinco de la mañana del 22 de agosto a las nueve de la noche del 24. Sesenta horas de angustia, resistencia y heroicidad. De los nueve miembros de la tripulación, Braedy murió y los otros ocho fueron baja. El episodio tuvo tal renombre que por su conducta heroica, Richardson y el teniente Hill fueron condecorados con la cruz militar, el sargento Missen y el artillero Morrey con la medalla por conducta distinguida y el resto con la medalla militar. El soldado Braedy aparece mencionado en la sección de desaparecidos del cementerio Tyne Cot en Passchendaele.
Fuentes
- Spagnoly, Tony. Salient points two. Cameos of the Western Front Ypres Sector 1914-18. Leo Cooper, 1998.
- The siege of Fray Bentos at the Battle of Passchendaele.
- Incredible bravery of WWI tank crew who survived 72 hours being bombarded by both Germans and their own side
- Fray Bentos (Short film)
- The siege of Fray Bentos at the Battle of Passchendaele.
- Incredible bravery of WWI tank crew who survived 72 hours being bombarded by both Germans and their own side
- Fray Bentos (Short film)
domingo, 12 de julio de 2015
Mass media
De los medios de comunicación
en este mundo tan codificado
con internet y otras navegaciones
yo sigo prefiriendo
el viejo beso artesanal
que desde siempre comunica tanto.
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viernes, 22 de mayo de 2015
Prisioneros en Skagerrak: la batalla de Jutlandia, 31 de mayo-1 de junio de 1916
La Batalla de Jutlandia, Skagerrak para los alemanes, fue la batalla naval más importante de la Primera Guerra Mundial y la única ocasión en que las flotas británica y alemana se enfrentaron. Los británicos se encontraban cómodos con el bloqueo naval que mantenían sobre Alemania, y Alemania se veía incapaz de doblegar la superioridad numérica de la flota inglesa de superfície. Sin embargo, en mayo de 1916 el Almirante alemán Reinhard Scheer decidió salir al Mar del Norte con el grueso de su flota a la caza de pequeñas flotillas, con el objetivo de atraer el grueso de la Grand Fleet para emboscarla. Desgraciadamente para Scheer, los ingleses interceptaron sus comunicaciones y enviaron el grueso de la Grand Fleet desde Scapa Flow para interceptarlo. Las dos armadas se encontraron frente a las costas danesas el 31 de mayo. La batalla, sin embargo, no fue decisiva. A pesar de que los alemanes la celebraron como una victoria, sobre todo por tonelaje hundido y pérdidas humanas, Jutlandia o Skagerrak certificó la imposibilidad alemana de romper el cerco británico en el Mar del Norte, condenándola que condenaría Alemania hasta más allá del fin de la guerra..
Introito o de aquellos barros, vinieron estos lodos ...
Cuando en 1898 el Kaiser Wilhelm II ordenó la construcción de su Marina imperial, el Almirantazgo británico respondió al órdago sacándose de la chistera el HMS Dreadnought. Emblema y símbolo de la marina del futuro, la clase Dreadnought reunía en un solo navío las tres virtudes: era el más rápido, el mejor armado y tenía el mejor blindaje que cualquier otro buque de guerra. Con el HMS Dreadnought el gobierno británico recogía el guante del desafío alemán y elevaba la puja en una carrera armamentística sin fin. El HMS Dreadnought era solo una muestra de la confianza adquirida por el Almirantazgo en materia de innovación tecnológica. La Grand Fleet estaba comenzando a crear una nueva especie de navío: los cruceros de combate o batalla (Battlecruisers), que incorporaban artillería pesada, un blindaje más ligero proporcionándoles una mayor velocidad y maniobrabilidad. Con la producción accelerada de la nueva clase Dreadnought y de los battlecruisers, la Grand Fleet lograba su objetivo desde Nelson: mantener una flota con el doble de navíos de guerra que la siguiente potencia naval del mundo.
Al estallar la guerra, la Grand Fleet no solo tenía casi el doble de navíos que la Hochseeflotte (la Marina imperial alemana) sino que estaba un punto por encima en cuanto a unidades más modernas y desarrolladas, con excepción del submarino. Por estas, y otras razones de corte más politico, el Kaiser consideraba su Marina imperial como un jarrón de porcelana fina, ante la evidente desesperación de Von Tirpitz. Existían órdenes explícitas de no arriesgar buques de superfície ante la amenaza de la flota británica. Los episodios de Dogger Bank y Heligoland no habían sido muy halagüeños, de manera que hasta el primer trimestre de 1916 cualquier operación naval de superfície solo buscó hostigar y bombardear las poblaciones de la costa oriental británica como Sunderland o Hartlepool.
Planes
En enero de 1916 y con la llegada al mando supremo de la Hochsee del Vicealmirante Scheer, las cosas iban a cambiar bastante. Con el plácet del Kaiser, Scheer ordenó al Contraalmirante Von Hipper que intensificase su hostigamiento sobre la costa británica con el objetivo de forzar un error británico. El verdadero objetivo era hacer salir de su escondrijo a la flotilla de destructores y cruceros del contralmirante Beatty fondeada en Rosyth. Scheer confiaba que una vez picado el anzuelo, el resto de la Grand Fleet -fondeada en Scapa Flow- y al mando del Almirante Jellicoe se le uniría en combate. Scheer había dispuesto que una flotilla de submarinos partiese hacia las Órcadas con la misión de emboscar ambas y que Hipper atrajese a Beatty hacia el grueso de la Hochsee Flotte. Una vez destruida o derrotada la flota de Beatty, los alemanes podrían medirse al resto de la Grand Fleet en igualdad de condiciones.
En enero de 1916 y con la llegada al mando supremo de la Hochsee del Vicealmirante Scheer, las cosas iban a cambiar bastante. Con el plácet del Kaiser, Scheer ordenó al Contraalmirante Von Hipper que intensificase su hostigamiento sobre la costa británica con el objetivo de forzar un error británico. El verdadero objetivo era hacer salir de su escondrijo a la flotilla de destructores y cruceros del contralmirante Beatty fondeada en Rosyth. Scheer confiaba que una vez picado el anzuelo, el resto de la Grand Fleet -fondeada en Scapa Flow- y al mando del Almirante Jellicoe se le uniría en combate. Scheer había dispuesto que una flotilla de submarinos partiese hacia las Órcadas con la misión de emboscar ambas y que Hipper atrajese a Beatty hacia el grueso de la Hochsee Flotte. Una vez destruida o derrotada la flota de Beatty, los alemanes podrían medirse al resto de la Grand Fleet en igualdad de condiciones.
Preparativos
Los preparativos alemanes se iniciaron a finales de abril y se prolongaron hasta mediados de mayo. Dragaminas alemanes trabajaron en la localización de rutas y zonas seguras en las aguas cercanas a la isla de Heligoland. La limpieza debía estar finalizada para el 17 de mayo, ya que la Hochsee Flotte tenía órdenes de hacerse a la mar al poco. Paralelamente el 15 de mayo partió hacia la costa oriental inglesa un destacamento de submarinos con la misión de vigilar los puertos, y dos días después una flotilla de diez submarinos partió hacia la zona de las Órcadas. Dos unidades se mantuvieron cerca de Pentland Firth, siete en los alrededores del estuario del rio Forth (Firth of Forth) y otras dos en una situación intermedia. La Hochseeflotte debía zarpar el 23 de mayo pero retrasos en las reparaciones del Seydlitz y el mal tiempo imposibilitando la salida de los zepelines obligaron a una demora. Finalmente las tareas de vigilancia se dejaron en manos de los submarinos y la flotilla de Hipper se hizo a la mar sobre la 1.00 a.m. del 31 de mayo, con órdenes de Scheer de acercarse a la costa noruega con el fin de advertir a los ingleses, para que saliesen en su búsqueda. El grueso de la Hochsee la seguiría a distancia como apoyo en caso de encuentro.
Los preparativos alemanes se iniciaron a finales de abril y se prolongaron hasta mediados de mayo. Dragaminas alemanes trabajaron en la localización de rutas y zonas seguras en las aguas cercanas a la isla de Heligoland. La limpieza debía estar finalizada para el 17 de mayo, ya que la Hochsee Flotte tenía órdenes de hacerse a la mar al poco. Paralelamente el 15 de mayo partió hacia la costa oriental inglesa un destacamento de submarinos con la misión de vigilar los puertos, y dos días después una flotilla de diez submarinos partió hacia la zona de las Órcadas. Dos unidades se mantuvieron cerca de Pentland Firth, siete en los alrededores del estuario del rio Forth (Firth of Forth) y otras dos en una situación intermedia. La Hochseeflotte debía zarpar el 23 de mayo pero retrasos en las reparaciones del Seydlitz y el mal tiempo imposibilitando la salida de los zepelines obligaron a una demora. Finalmente las tareas de vigilancia se dejaron en manos de los submarinos y la flotilla de Hipper se hizo a la mar sobre la 1.00 a.m. del 31 de mayo, con órdenes de Scheer de acercarse a la costa noruega con el fin de advertir a los ingleses, para que saliesen en su búsqueda. El grueso de la Hochsee la seguiría a distancia como apoyo en caso de encuentro.
Flotas
Sobre las 2.30 a.m. del 31 de mayo, el grueso de la Hochseeflotte zarpó del estuario del Jade y Wilhemshaven. La Marina imperial alemana, encabezada por el SMS Friedrich der Grosse (Almirante Scheer), la formaban tres escuadras de batalla (I, II, III), un grupo de exploración de 4 cruceros ligeros y una flotilla de 32 torpederos de diferente tonelaje bajo el mando del SMS Rostock.
La I escuadra (Vicealmirante Schmidt, a bordo del Ostfriedland) estaba compuesta por 4 acorazados de la clase Ostfriedland (SMS Ostfriedland, Thüringen, Oldenburg y Helgoland) armados con cañones (12) de 305 mm, junto a 4 acorazados de la clase Posen (SMS Posen, Rheinland, Nassau y Westfalen) con cañones (12) de 280 mm.
La II escuadra del contralmirante Mauve (SMS Deutschland) la formaban 6 acorazados de la modesta clase Deutschland (SMS Deutschland, Pommern, Schlesien, Hannover, Hessen y SMS Schleswig-Holstein) con 4 cañones de 280 mm y 10 de 105 mm. Y la III escuadra de batalla (Vicealmirante Behncke, SMS König) la formaban 8 acorazados de la clase König (SMS König, Grosser Kurfürst, Markgraf, Kronprinz, Kaiser, Prinzregent Luitpold y Kaiserin) con 10 cañones de 305 mm.
La flotilla de exploración del Vicealmirante Hipper (SMS Lützow) estaba formada por un 1er grupo de exploración a su mando y 5 cruceros de batalla. El SMS Lützow y SMS Derfflinger con 8 cañones de 305 mm y el SMS von der Tann, SMS Moltke y SMS Seydlitz con 10 cañones de 11 pulgadas (280 mm). El 2º grupo del Contraalmirante Boediker (SMS Frankfurt) lo formaban cuatro cruceros ligeros y el 2º grupo de la flotilla de cazatorpederos del Comodoro Heinrich (SMS Regensburg) con 30 cazatorpederos de diferente tonelaje (1700-800 Tn).
Sobre las 2.30 a.m. del 31 de mayo, el grueso de la Hochseeflotte zarpó del estuario del Jade y Wilhemshaven. La Marina imperial alemana, encabezada por el SMS Friedrich der Grosse (Almirante Scheer), la formaban tres escuadras de batalla (I, II, III), un grupo de exploración de 4 cruceros ligeros y una flotilla de 32 torpederos de diferente tonelaje bajo el mando del SMS Rostock.
La I escuadra (Vicealmirante Schmidt, a bordo del Ostfriedland) estaba compuesta por 4 acorazados de la clase Ostfriedland (SMS Ostfriedland, Thüringen, Oldenburg y Helgoland) armados con cañones (12) de 305 mm, junto a 4 acorazados de la clase Posen (SMS Posen, Rheinland, Nassau y Westfalen) con cañones (12) de 280 mm.
La II escuadra del contralmirante Mauve (SMS Deutschland) la formaban 6 acorazados de la modesta clase Deutschland (SMS Deutschland, Pommern, Schlesien, Hannover, Hessen y SMS Schleswig-Holstein) con 4 cañones de 280 mm y 10 de 105 mm. Y la III escuadra de batalla (Vicealmirante Behncke, SMS König) la formaban 8 acorazados de la clase König (SMS König, Grosser Kurfürst, Markgraf, Kronprinz, Kaiser, Prinzregent Luitpold y Kaiserin) con 10 cañones de 305 mm.
La flotilla de exploración del Vicealmirante Hipper (SMS Lützow) estaba formada por un 1er grupo de exploración a su mando y 5 cruceros de batalla. El SMS Lützow y SMS Derfflinger con 8 cañones de 305 mm y el SMS von der Tann, SMS Moltke y SMS Seydlitz con 10 cañones de 11 pulgadas (280 mm). El 2º grupo del Contraalmirante Boediker (SMS Frankfurt) lo formaban cuatro cruceros ligeros y el 2º grupo de la flotilla de cazatorpederos del Comodoro Heinrich (SMS Regensburg) con 30 cazatorpederos de diferente tonelaje (1700-800 Tn).
Para desgracia de Scheer, la inteligencia naval británica, y especialmente la Room 40, disponían del libro de códigos de la marina imperial alemana desde agosto de 1914 (a raíz del incidente del SMS Magdeburg en aguas bálticas) por lo que a mediodía del 30 de mayo informaron a Jellicoe de que la Hochsee Flotte se haría a la mar en las primeras horas del 31. Puntualizaron que desconocían las intenciones enemigas y ahí radicó parte del problema. La orden era que las flotillas de Beatty y el resto de la Grand Fleet se encontrasen en punto cercano a 100 millas al este de Aberdeen. Así que a las 23.30 de la noche del 31 (y antes que la flota alemana) partieron en tres columnas en dirección al punto de encuentro.
La Armada inglesa estaba compuesta por la Grand Fleet al mando de Sir John Jellicoe (HMS Iron Duke) y por la 5a flotilla de exploración del Vicealmirante David Beatty (HMS Lion). La Grand Fleet contaba con 4 escuadras de combate.
La I escuadra (1st Battle Squadron) al mando del Vicealmirante Burney (HMS Malborough) contaba con 8 acorazados. 5 de ellos con 10 cañones de 305 mm (HMS Colossus, Neptune, Hercules, Collingwood y St. Vincent), 1 con 14 cañones de 305 mm (HMS Agincourt), otro con 10 cañones de 343 mm (HMS Marlborough) y un último con 8 cañones de 381 (HMS Revenge). La escuadra también contaba con el apoyo de 4 cruceros ligeros (Boadicea, Blanche, Bellona y Active), un destructor (HMS Oak) y un draga minas (HMS Abdiel).
La II escuadra (Vicealmirante Jerram) estaba formada por 8 dreadnoughts y super-dreadnoughts con 10 cañones de 343 mm y 16 de 101 mm (HMS King George V, Ajax, Centurion, Erin, Orion, Monarch, Conquerer y HMS Thunderer). La IV escuadra (Vicealmirante Sturdee) contaba con 8 acorazados. El HMS Royal Oak, de la clase Revenge (1914), con 4 torretas de 2 cañones de 381 mm y 14 cañones de 152 mm, más otros dos de 76 mm. Otros dos dreadnoughts con 10 cañones de 300 mm (HMS Superb y HMS Temeraire), el HMS Canada con 10 cañones de 356 mm y 16 de 152 mm, el HMS Benvow y el HMS Iron Duke con 10 cañones de 343 mm, y finalmente el HMS Bellorophon y el Vanguard con 10 cañones de 305 mm.
La III escuadra (3st Battle Cruiser Squadron) del Contraalmirante Hood lcontaba con 3 cruceros de batalla de la clase Invincible (HMS Invincible, Inflexible, Indomitable) con 4 torretas de 2 cañones de 305 mm y 16 cañones de 101 mm, 2 cruceros ligeros (HMS Canterbury y Chester) y cuatro destructores (HMS Shark, Ophelia, Christopher y Acasta).
La I escuadra (1st Battle Squadron) al mando del Vicealmirante Burney (HMS Malborough) contaba con 8 acorazados. 5 de ellos con 10 cañones de 305 mm (HMS Colossus, Neptune, Hercules, Collingwood y St. Vincent), 1 con 14 cañones de 305 mm (HMS Agincourt), otro con 10 cañones de 343 mm (HMS Marlborough) y un último con 8 cañones de 381 (HMS Revenge). La escuadra también contaba con el apoyo de 4 cruceros ligeros (Boadicea, Blanche, Bellona y Active), un destructor (HMS Oak) y un draga minas (HMS Abdiel).
La II escuadra (Vicealmirante Jerram) estaba formada por 8 dreadnoughts y super-dreadnoughts con 10 cañones de 343 mm y 16 de 101 mm (HMS King George V, Ajax, Centurion, Erin, Orion, Monarch, Conquerer y HMS Thunderer). La IV escuadra (Vicealmirante Sturdee) contaba con 8 acorazados. El HMS Royal Oak, de la clase Revenge (1914), con 4 torretas de 2 cañones de 381 mm y 14 cañones de 152 mm, más otros dos de 76 mm. Otros dos dreadnoughts con 10 cañones de 300 mm (HMS Superb y HMS Temeraire), el HMS Canada con 10 cañones de 356 mm y 16 de 152 mm, el HMS Benvow y el HMS Iron Duke con 10 cañones de 343 mm, y finalmente el HMS Bellorophon y el Vanguard con 10 cañones de 305 mm.
La III escuadra (3st Battle Cruiser Squadron) del Contraalmirante Hood lcontaba con 3 cruceros de batalla de la clase Invincible (HMS Invincible, Inflexible, Indomitable) con 4 torretas de 2 cañones de 305 mm y 16 cañones de 101 mm, 2 cruceros ligeros (HMS Canterbury y Chester) y cuatro destructores (HMS Shark, Ophelia, Christopher y Acasta).
La flota de cruceros de combate de Beatty estaba compuesta por 6 cruceros de combate, 13 cruceros ligeros y 18 destructores. Los seis cruceros de combate eran el HMS Lion, Princess Royal, Queen Mary, Tiger, Indefatigable y el HMS New Zealand. Todos ellos, menos el Indefatigable y el New Zealand, con 4 torretas de 2 cañones de 343 mm y los 2 de la clase Indefatigable con 4 torretas de 2 cañones de 305 mm. Los trece cruceros ligeros se distribuian en 3 flotillas de 4 navíos, más el HMS Engadine. La flota de destructores que acompañaba la flota de Beatty estaba formada por dos flotillas de 9 (13th Destroyer flotilla) y 6 navíos (6th Destroyer Flotilla). La Grand Fleet la completaban una escuadra de acorazados (5th Battle Squadron) de la clase Queen Mary al mando del Contraalmirante Evan-Thomas y una flotilla de diez destructores (1st Destroyer Flotilla) como escolta.
La batalla (31 de mayo)
El Almirante Jellicoe, según informaciones del Almirantazgo, creía que los cruceros de combate alemanes habían zarpado para llevar a cabo una misión de hostigamiento en la costa inglesa y que el grueso de la Hochsee habría salido para darle cobertura en su retorno. Por ello situó a la Grand Fleet en una situación similar, dejando a Beatty en vanguardia. A las dos de la tarde Beatty se encontraba en el Fischer bank, a unas 110 millas al oeste de Jutlandia. A la misma hora, Jellicoe y la Grand Fleet se encontraban a unas 70 millas al Nor-Nor-Oeste (NNO) de la zona indicada, avanzando en dirección Sur-Este (SE), mientras que la flota de Beatty debía dirigirse en dirección noreste (NE) hasta obtener contacto óptico con Jellicoe. La derrota de la Grand Fleet era ESE (Este-Sur-Este), mientras que la de Beatty tras las dos de la tarde era NE. Norte era también la derrota que seguían la flotilla Hipper y el resto de la Hochsee, a unas 50 millas al sur. A las 14.30 h. el HMS Lion se encontraba a unas 45 millas a poniente del SMS Lützow y solo 15 millas náuticas distaban entre las extremos de ambas formaciones, es decir entre las unidades enemigas más cercanas. El avistamiento entre las flotillas de Beatty y Hipper fue mútuo pero del todo fortuito.
El Almirante Jellicoe, según informaciones del Almirantazgo, creía que los cruceros de combate alemanes habían zarpado para llevar a cabo una misión de hostigamiento en la costa inglesa y que el grueso de la Hochsee habría salido para darle cobertura en su retorno. Por ello situó a la Grand Fleet en una situación similar, dejando a Beatty en vanguardia. A las dos de la tarde Beatty se encontraba en el Fischer bank, a unas 110 millas al oeste de Jutlandia. A la misma hora, Jellicoe y la Grand Fleet se encontraban a unas 70 millas al Nor-Nor-Oeste (NNO) de la zona indicada, avanzando en dirección Sur-Este (SE), mientras que la flota de Beatty debía dirigirse en dirección noreste (NE) hasta obtener contacto óptico con Jellicoe. La derrota de la Grand Fleet era ESE (Este-Sur-Este), mientras que la de Beatty tras las dos de la tarde era NE. Norte era también la derrota que seguían la flotilla Hipper y el resto de la Hochsee, a unas 50 millas al sur. A las 14.30 h. el HMS Lion se encontraba a unas 45 millas a poniente del SMS Lützow y solo 15 millas náuticas distaban entre las extremos de ambas formaciones, es decir entre las unidades enemigas más cercanas. El avistamiento entre las flotillas de Beatty y Hipper fue mútuo pero del todo fortuito.
Primer contacto
A las 14 h. el crucero ligero alemán SMS Elbing avistó al vapor danés N.J. Fjord y envió las torpederas B109 y B110 para su inspección. Prácticamente al mismo instante los cruceros ingleses HMS Galatea y Phaeton también avistaron al vapor danés. Durante su aproximación el Galatea y el Phaeton descubrieron a las torpederas alemanas y abrieron fuego. Después del primer avistamiento, los hechos difieron un poco según los testimonios. Algunas fuentes determinan que 23 minutos más tarde las flotillas de Hipper y Beatty entraron en contacto visual, mientras que otras sostienen que no fue hasta las 15.30 h. El hecho determinante fue que pasadas las 15.30 h. Hipper se percató de que Beatty le podía cortar la retirada, rompiéndole el contacto con el grueso de la Hochsee Flotte. Siguiendo el plan establecido, Hipper invirtió el rumbo para evitar que el enemigo le cortase la retirada, conduciéndolo de paso condujese a las fauces de la Hochseeflotte.
A las 14 h. el crucero ligero alemán SMS Elbing avistó al vapor danés N.J. Fjord y envió las torpederas B109 y B110 para su inspección. Prácticamente al mismo instante los cruceros ingleses HMS Galatea y Phaeton también avistaron al vapor danés. Durante su aproximación el Galatea y el Phaeton descubrieron a las torpederas alemanas y abrieron fuego. Después del primer avistamiento, los hechos difieron un poco según los testimonios. Algunas fuentes determinan que 23 minutos más tarde las flotillas de Hipper y Beatty entraron en contacto visual, mientras que otras sostienen que no fue hasta las 15.30 h. El hecho determinante fue que pasadas las 15.30 h. Hipper se percató de que Beatty le podía cortar la retirada, rompiéndole el contacto con el grueso de la Hochsee Flotte. Siguiendo el plan establecido, Hipper invirtió el rumbo para evitar que el enemigo le cortase la retirada, conduciéndolo de paso condujese a las fauces de la Hochseeflotte.
Primera fase de la batalla: la marcha al sur
A las 15.48 h. y ya en sentido SSE, el SMS Lützow de Hipper abrió fuego contra la línea de cruceros de Beatty a unas 17 millas náuticas.
En derrotas paralelas el intercambio de salvas fue contínuo y brutal. El combate se estableció entre 6 cruceros ingleses y 5 alemanes. Los ingleses sobreestimaron las distancias, las siluetas recortadas de sus navíos ayudaron a los alemanes con un fuego certero. Sobre las 16 h., el HMS Indefatigable recibió varios impactos del SMS Von der Tann en la torreta trasera. Fuera de la formación de combate, el Indefatigable volvió a ser alcanzado por varios impactos en el castillo de proa, la torreta delantera y en el depósito de municiones provocando una explosión brutal y su hundimiento con apenas dos supervivientes de los 1019 tripulantes. Eran las 16.04 h. Con el objetivo de acortar distancias y mejorar tiro, Beatty viró ligeramente al este. Esta maniobra expuso el Lion a tiro de los cruceros de batalla alemanes, siendo alcanzado en varias ocasiones, como también el Princess Royal y el HMS Tiger. Debido al humo de los impactos en el Lion, el SMS Derfflinger lo perdió de vista. Éste fijo su artillería en el segundo de los navíos visibles de la formación inglesa, el Queen Mary. El HMS Queen Mary había entablado un potente un combate de artillería con el SMS Seydlitz, alcanzándose mutuamente por espacio de cinco minutos. La flota de Beatty seguía aproximándose a la alemana. A las 16.25 de la tarde la distancia entre ambas era de unas 7 millas náuticas, unos 13 km. El SMS Derfflinger aprovechó esa ventaja y de los dos proyectiles que disparó hacia el Queen Mary, el primero estalló de lleno en el depósito de municiones de la torreta de proa provocando una brutal explosión del navío y su hundimiento en pocos minutos. Solo 8 supervivientes de 1270 tripulantes.
La artillería alemana estaba siendo muy efectiva. El combate entre las flotillas de Hipper y Beatty duró aproximadamente una hora en que aparte de las pérdidas inglesas, los alemanes también tuvieron graves daños procedentes sobretodo de los cañones de 381 mm ingleses. A pesar de una primera fase victoriosa para los alemanes, la llegada en el horizonte del resto de la Hochseeflotte fue providencial. La velocidad de los cruceros ingleses y su certero tiro comenzaban a poner en aprietos a los cruceros alemanes, mejor acorazados pero menos veloces. El avistamiento de la Hochseeflotte por Beatty fue todo una sorpresa. Según las informaciones transmitidas des de la inteligencia naval, la Flota de Alta Mar alemana debía estar todavía en sus puertos. Beatty ordenó un viraje en redondo hacia el norte. Su principal objetivo era huir pero atrayendo a la Hochsee Flotte hacia el encuentro del grueso de la Grand Fleet de Jellicoe, que venía a toda máquina en su auxilio. Consciente del envite, Hipper también ordenó virar. Durante la persecución hacia el norte solo se producieron algunos disparos de los cruceros en vanguardia de Hipper hacia la retaguardia de Beatty pero poco más. Lo más significativo de la carrera hacia el norte es que iniciava otra fase de la batalla: eran las 17.40 h.
Segunda fase de la batalla: la carrera hacia el norte
Resuelto a llevar el grueso de la Hochseeflotte hacia la boca del lobo, Beatty viró hacia el este hasta avistar el Iron Duke de Jellicoe. Las condiciones atmosférics comenzaban a favorecer ahora a los ingleses. La flotilla de Beatty, más veloz, comenzó a abrir fuego sobre la vanguardia de Hipper, obligada a seguir el movimiento de Beatty. La flotilla de Hipper estaba recorriendo en dirección norte la zona de los primeros combates y la neblina y el humo de los impactos e incendios de los primeros encontronazos que no se había disipado. Los alemanes siguieron la derrota hacia el NE. Scheer insistió en que Hipper no aflojase la marcha con el objetivo de no perder a Beatty en su huida. Parecía que eran los alemanes quiénes habían picado ahora el anzuelo. Sobre las 18.20 h. el viento comenzó a disipar los restos de la neblina y el certero fuego alemán comenzó a cebarse otra vez en los navíos ingleses: el crucero de batalla HMS Invincible del Almirante Hood y el acorazado Defence estaban fuera de combate. A las 18.30 h., sin embargo, la Grand Fleet de Jellicoe había finalizado su despliegue de batalla en un amplio arco que iba del NO a NE y que le proporcionaba una indiscutible ventaja de cara a la siguiente fase del combate.
Tercera fase de la batalla: el enfrentamiento entre flotas
Scheer, creyendo que seguía la flotilla de Beatty, siguió la derrota hacia NE. Sin embargo, sobre las 18.15 h. y tras un impresionante relampagueo en el horizonte, se percató que frente a él se estaba el grueso de la Grand Fleet. Los primeros en darse cuento del peligro fueron los cruceros de batalla de Hipper y los acorazados de la 3ª escuadra. El Lützow y el König fuera de combate y el Wiesbaden a la deriva. Los ingleses tampoco sabían cuál era la situación real. Algunos navíos ingleses disparaban a cualquier objetivo que saliese apareciese en la oscuridad pero no había una operación de conjunto. Reinaba, en cierta manera, el desconcierto en el bando inglés. Los alemanes sí que eran conscientes de la situación. Tanto que la flotilla de cruceros de batalla de Hipper giró al SE y poco después al S a toda máquina. Su situación era muy precaria. Luchando desde hacía casi tres horas, la mayoría de cruceros de batalla estaban en condiciones muy precarias. Scheer sabía además que una retirada de toda la flota hacia el sud ofrecería a una parte de la armada inglesa un objetivo clarísimo. Por eso decidió arriesgar y en una decisión magistral viró todo hacia el SO, con órdenes de que los navíos escondiese su nueva posición con una pantalla de humo.
El desconcierto inglés continuó, cesando el fuego sobre la flota alemana. Jellicoe no estaba dispuesto a perseguir a la Hochseeflotte en una nueva carrera hacia el oeste por lo que decidió poner rumbo primero hacia el SE y después hacia el S con el objetivo de cortar la retirada de Scheer hacia sus bases en Alemania. Sobre las 18.50 h. el HMS Marlborough notificó a Jellicoe que había recibido un impacto de un torpedo procedente de un navío sin identificar, pero al poco y tras escampar el humo y la neblina pudo comprobarse que el SMS Wiesbaden - totalmente a la deriva - había sido el causante. Parte de la flota inglesa concentró su fuego sobre él y en diez minutos se hundía pasto de las llamas. Eran las 19 h.
El desconcierto inglés continuó, cesando el fuego sobre la flota alemana. Jellicoe no estaba dispuesto a perseguir a la Hochseeflotte en una nueva carrera hacia el oeste por lo que decidió poner rumbo primero hacia el SE y después hacia el S con el objetivo de cortar la retirada de Scheer hacia sus bases en Alemania. Sobre las 18.50 h. el HMS Marlborough notificó a Jellicoe que había recibido un impacto de un torpedo procedente de un navío sin identificar, pero al poco y tras escampar el humo y la neblina pudo comprobarse que el SMS Wiesbaden - totalmente a la deriva - había sido el causante. Parte de la flota inglesa concentró su fuego sobre él y en diez minutos se hundía pasto de las llamas. Eran las 19 h.
Cuarta fase de la batalla: cruzando la T
Era el turno de Scheer. Consciente de que no podía seguir indefinidamente hacia poniente, tomó una decisión un tanto inexplicable y arriesgada. La Hochseeflotte viró otra vez en dirección E para encontrarse con el grueso de la flota inglesa, que iba en dirección SE. Scheer, con todavía una hora para el crepúsculo, y consciente de su ventaja en el tiro y en el blindaje de sus acorazados quiso volver al campo de batalla. Intuía que Jellicoe querría cerrarle la retirada y no quería enfrentarse a la Grand Fleet perfectamente dispuesta. Su plan consistía en golpear a la escuadra de Goodenough (situada a la retaguardia de la Grand Fleet) con una vanguardia de destructores para volver a virar en redondo inmediatamente habiendo causado una enorme confusión y alguna baja en la Grand Fleet. La sorpresa de Scheer, sin embargo, se iba a tornar en su contra.
Scheer se dió de bruces con una Grand Fleet en posición y castigando a casi todas sus escuadras desde las 19.13 h. El fuego inglés procedía desde ocho puntos distintos del compás. Solo los navíos alemanes en cabeza podían disparar mientras el grueso de Grand Fleet concentraba su fuego en la vanguardia de la flota alemana. La flotilla de Hipper recibió muy duramente. Sorprendido y ante una peligrosa perspectiva, Scheer optó por un tercer viraje a las 19.14 h. Como medida de distracción, Scheer lanzó un ataque con torpedos y ordenó a sus destructores que creasen una cortina de humo para que la Hochsee desapareciese como un fantasma entre las brumas. Scheer también ordenó a los submarinos que atacasen el grueso de la Grand Fleet. Consiguió poca cosa pero lo suficiente para intimidar a Jellicoe, obligándolo a adoptar una formación en zig-zag hacia el SE.
Scheer se dió de bruces con una Grand Fleet en posición y castigando a casi todas sus escuadras desde las 19.13 h. El fuego inglés procedía desde ocho puntos distintos del compás. Solo los navíos alemanes en cabeza podían disparar mientras el grueso de Grand Fleet concentraba su fuego en la vanguardia de la flota alemana. La flotilla de Hipper recibió muy duramente. Sorprendido y ante una peligrosa perspectiva, Scheer optó por un tercer viraje a las 19.14 h. Como medida de distracción, Scheer lanzó un ataque con torpedos y ordenó a sus destructores que creasen una cortina de humo para que la Hochsee desapareciese como un fantasma entre las brumas. Scheer también ordenó a los submarinos que atacasen el grueso de la Grand Fleet. Consiguió poca cosa pero lo suficiente para intimidar a Jellicoe, obligándolo a adoptar una formación en zig-zag hacia el SE.
Libre del peligro submarino, a las 19.44 Jellicoe ordenó poner rumbo SE en fila única. Los especialistas consideran que fue en este momento donde radica el principal error de Jellicoe al dejar escapar a la Hochseeflotte sobrestimando el ataque con torpedos y la amenaza submarina. En caso de que Jellicoe hubiese seguido a la Hochseeflotte podría haber destrozado a la retaguardia alemana pero hubiese corrido algunos riesgos que no quería tomar. Consciente de que ya había virado demasiado al SE, Jellicoe ordenóa a las 19.54 volver a encarar hacia el S con objeto de interceptar la Hochsee de vuelta a sus bases.
Quinta fase: Crepúsculo y noche
A pesar de la retirada alemana, la situación era de todo menos clara. A las 19.45 h. Goodenough advirtió a Jellicoe que parecía ver como la Hochsee viraba hacia NW en vez de seguir la derrota W. A la misma hora Beatty transmitió a Jellicoe que parecía como si la vanguardia de Scheer fuese en dirección SW. Jellicoe decidió optar por la segunda información y puso la Grand Fleet en derrota SW con el fin de cerrar el paso a la Hochsee. La carrera se mantuvo así durante media hora con la incertidumbre generalizada al ignorar si estaban a la captura de varias flotillas de la Hochsee o de toda entera. Scheer, sin embargo, sí que sabía que estaba frente a la Grand Fleet. Por ello, y ante la superioridad manifiesta de los ingleses, no dudó en virar hacia el S a toda máquina con el objeto de aventajar a los ingleses y llegar antes a Horns Reef, lo que le permitiría llegar sin problemas a puerto. La distancia aproximada era de unas 90 millas y el tiempo a emplear unas seis horas a 15-16 nudos. Para facilitar la travesía y entorpecer a los ingleses, Scheer envió a varias torpederas en tareas de caza que nada obtuvieron. Jellicoe, por su parte, desestimó un combate nocturno. Los alemanes habían demostrado cierta perícia en acciones nocturnas y además temía el peligro de colisión entre buques al tratarse de toda la armada. Insistió en perseguir a las unidades alemanes para impedirles el paso hacia Horns Reef y la bahía de Heligoland para reanudar, en caso de que fuese posible, los combates a la primera luz del alba.
A partir de las diez de la noche y debido a la cercanía de ambas flotas (aprox. 5 millas náuticas), hubo escaramuzas entre ambas flotas. Los alemanes volvieron a demostrar su puntería, a pesar de que el único navío hundido en ese combates fue el crucero ligero Frauenlob por un torpedo procedente del Southampton de Goodenough. (aprox. 10 millas) Sobre las once y media de la noche, el grueso de ambas flotas comenzó a separarse. A pesar del alejamiento, la velocidad de la Grand Fleet permitió que su 4a flotilla de destructores situada a retaguardia avistase a los dreadnoughts de la Hochsee, situados en vanguardia. Poco después se entabló un combate artillero de gran intensidad.
El HMS Spitfire colisionó con el acorazado Nassau provocando en el inglés serios daños en el casco, el Westfalen hundió al Tipperary, el Elbing embistió al Posen, hundiéndose éste último poco después. También el malogrado Lützow, semihundido por los múltiples proyectiles recibidos durante la última refriega, tuvo que ser hundido por los propios alemanes después de haber rescatado a su dotación en otros navíos. El Broke atacó al Rostock, inutilizando su timón lo que provocó que embistiese al Sparrowhawk, dejándolo seriamente dañado. El Rostock, inutilizado y a la deriva, fue torpedeado pero se mantuvo a flote hasta la mañana siguiente en que fue hundido por su dotación después de haber sido rescatados por el Dublin inglés. El Westfalen volvió a hacer pleno hundiendo el destructor HMS Fortune.
Caso curioso fue el del El Black Prince, que hasta después de la guerra no se supo con seguridad lo que le había sucedido. Fuentes procedentes del HMS Spitfire confundieron un navío de guerra alemán envuelto en llamas que acabaría explotando y hundiéndose con el Black Prince. Sin embargo, y a raíz de posteriores investigaciones, se supo que el Black Prince fue hundido por navíos alemanes en las escaramuzas de la medianoche del 31. Separado de la Grand Fleet, el Black Prince fue avistado por el SMS Thüringen con sus proyectores de luz, siguiendo alcanzado en numerosas ocasiones. El navío inglés continuó su andadura pero dio de bruces contra el grueso de la Hochseeflotte, entre ellos el Ostfriesland y el Friedrich der Grosse que lo alcanzaron a poca distancia y lo hundieron en pocos minutos, pereciendo toda la dotación, unos 850 hombres. Al poco el Westfalen, en racha esa noche, hundió al Ardent inglés.
Unidades de la 5a flotilla británica presenciaron los combates y el paso del grueso de la Hochsee por la popa del Grand Fleet en dirección SE pero no reportaron nada a Jellicoe porque consideraron que ya estaba informado. Pasadas las doce, las flotillas 9a y 10a se unieron a la 4a y cruzaron la línea alemana pensando que eran la 5a flotilla de Beatty. A pesar de ello, y en plena retirada, los alemanes no perdieron la oportunidad: el Westfalen dañó seriamente el Petard y hundió el Turbulent. Solo la 12a Flotilla siguió la derrota alemana. Intentaron radiar su posición a Jellicoe pero los alemanes bloquearon la transmisión. A pesar de su frustacion, el HMS Onslaught logró hundir al SMS Pommern en su huida con dos torpedos. El intento del Moresby por torpedear al Von der Tann y la explosión de la torpedera alemana V4 fueron los últimos episodios bélicos de la batalla de Jutlandia para los ingleses y de Skagerrak para los alemanes.
A partir de las diez de la noche y debido a la cercanía de ambas flotas (aprox. 5 millas náuticas), hubo escaramuzas entre ambas flotas. Los alemanes volvieron a demostrar su puntería, a pesar de que el único navío hundido en ese combates fue el crucero ligero Frauenlob por un torpedo procedente del Southampton de Goodenough. (aprox. 10 millas) Sobre las once y media de la noche, el grueso de ambas flotas comenzó a separarse. A pesar del alejamiento, la velocidad de la Grand Fleet permitió que su 4a flotilla de destructores situada a retaguardia avistase a los dreadnoughts de la Hochsee, situados en vanguardia. Poco después se entabló un combate artillero de gran intensidad.
El HMS Spitfire colisionó con el acorazado Nassau provocando en el inglés serios daños en el casco, el Westfalen hundió al Tipperary, el Elbing embistió al Posen, hundiéndose éste último poco después. También el malogrado Lützow, semihundido por los múltiples proyectiles recibidos durante la última refriega, tuvo que ser hundido por los propios alemanes después de haber rescatado a su dotación en otros navíos. El Broke atacó al Rostock, inutilizando su timón lo que provocó que embistiese al Sparrowhawk, dejándolo seriamente dañado. El Rostock, inutilizado y a la deriva, fue torpedeado pero se mantuvo a flote hasta la mañana siguiente en que fue hundido por su dotación después de haber sido rescatados por el Dublin inglés. El Westfalen volvió a hacer pleno hundiendo el destructor HMS Fortune.
Caso curioso fue el del El Black Prince, que hasta después de la guerra no se supo con seguridad lo que le había sucedido. Fuentes procedentes del HMS Spitfire confundieron un navío de guerra alemán envuelto en llamas que acabaría explotando y hundiéndose con el Black Prince. Sin embargo, y a raíz de posteriores investigaciones, se supo que el Black Prince fue hundido por navíos alemanes en las escaramuzas de la medianoche del 31. Separado de la Grand Fleet, el Black Prince fue avistado por el SMS Thüringen con sus proyectores de luz, siguiendo alcanzado en numerosas ocasiones. El navío inglés continuó su andadura pero dio de bruces contra el grueso de la Hochseeflotte, entre ellos el Ostfriesland y el Friedrich der Grosse que lo alcanzaron a poca distancia y lo hundieron en pocos minutos, pereciendo toda la dotación, unos 850 hombres. Al poco el Westfalen, en racha esa noche, hundió al Ardent inglés.
Unidades de la 5a flotilla británica presenciaron los combates y el paso del grueso de la Hochsee por la popa del Grand Fleet en dirección SE pero no reportaron nada a Jellicoe porque consideraron que ya estaba informado. Pasadas las doce, las flotillas 9a y 10a se unieron a la 4a y cruzaron la línea alemana pensando que eran la 5a flotilla de Beatty. A pesar de ello, y en plena retirada, los alemanes no perdieron la oportunidad: el Westfalen dañó seriamente el Petard y hundió el Turbulent. Solo la 12a Flotilla siguió la derrota alemana. Intentaron radiar su posición a Jellicoe pero los alemanes bloquearon la transmisión. A pesar de su frustacion, el HMS Onslaught logró hundir al SMS Pommern en su huida con dos torpedos. El intento del Moresby por torpedear al Von der Tann y la explosión de la torpedera alemana V4 fueron los últimos episodios bélicos de la batalla de Jutlandia para los ingleses y de Skagerrak para los alemanes.
A las tres de la madrugada del 1 de junio, la Hochseeflotte se encontraba a tan solo 15 millas de Horns Reef y media hora más tarde entraba en puerto. A las 4 de la madrugada el Almirantazgo informó a Jellicoe que los alemanes habían huido y al poco viraron hacia casa.
Skagerrak
Los alemanes fueron los primeros en arribar a puerto y en capitalizar sus triunfos en una guerra que también se libraba de forma feroz, la de la propaganda. Los alemanes vencieron en Skagerrak, y no en Jutlandia como la llamarían los ingleses. Desde su perspectiva, Alemania había logrado una gran victoria. Inicialmente, Scheer reclamó haber hundido tres acorazados, un superdreadnought (creyendo que era el Warspite), dos cruceros acorazados, tres ligeros y 13 destructores. Alemania sintió la batalla como una gran victoria y un triunfo indiscutible, hecho que sirvió a la prensa alemana para intentar convencer a la opinión pública mundial que la Royal Navy había sido aplastada. En un primer momento el Almirantazgo solo reconoció la pérdida del Pommern y el Wiesbaden, a pesar de que el Frauenlob y algunos destructores no habían vuelto, y que el Lützow, Elbing y Rostock habían sido hundidos.
Los alemanes fueron los primeros en arribar a puerto y en capitalizar sus triunfos en una guerra que también se libraba de forma feroz, la de la propaganda. Los alemanes vencieron en Skagerrak, y no en Jutlandia como la llamarían los ingleses. Desde su perspectiva, Alemania había logrado una gran victoria. Inicialmente, Scheer reclamó haber hundido tres acorazados, un superdreadnought (creyendo que era el Warspite), dos cruceros acorazados, tres ligeros y 13 destructores. Alemania sintió la batalla como una gran victoria y un triunfo indiscutible, hecho que sirvió a la prensa alemana para intentar convencer a la opinión pública mundial que la Royal Navy había sido aplastada. En un primer momento el Almirantazgo solo reconoció la pérdida del Pommern y el Wiesbaden, a pesar de que el Frauenlob y algunos destructores no habían vuelto, y que el Lützow, Elbing y Rostock habían sido hundidos.
Jutlandia
Desde las Islas Británicas la percepción de lo ocurrido fue bastante diferente, a banda de bautizarla como batalla de Jutlandia. Tanto para el Almirantazgo como para Beatty, Jellicoe y, especialmente para la opinión pública británica, la batalla de Jutlandia fue una gran decepción. Antes incluso de que la Grand Fleet arribase a puerto, los rumores sobre una gran derrota habían comenzado a circular. El Almirantazgo, sabedor ya de la 'victoriosa' versión alemana, estaba ansioso por hacer una declaración oficial. Fue peor el remedio que la enfermedad. En el comuniqué del 1 de junio del Almirantazgo fue directo, prosaico y demasiado sincero para una opinión pública ávida de victorias y harta de sinsabores. El gobierno británico, con Asquith a la cabeza, lo consideró un error en toda regla. Jellicoe y sus informes fueron al rescate de un Royal Navy en puerto. El siguiente comunicado del 3 de junio suavizó las propias pérdidas, informó de las alemanas y lo principal, aseguró y reafirmó que el dominio de los mares permanecía indiscutiblemente en manos británicas.
El gobierno británico puso toda la carne en la prensas: al día siguiente, 4 de junio, el Almirantazgo volvió a emitir un comunicado exagerando las pérdidas alemanas y su ocultación por parte de las autoridades germanas. El hecho de que los alemanes informasen el 7 de junio de las bajas definitivas del Lützow y el Rostock ayudó en gran manera a suavizar en el Reino Unido la supuesta derrota y a comenzar asumir que la batalla había significado una victoria en cuanto se mantenía el bloqueo sobre Alemania y que la Royal Navy seguía siendo la Reina de los mares.
Desde las Islas Británicas la percepción de lo ocurrido fue bastante diferente, a banda de bautizarla como batalla de Jutlandia. Tanto para el Almirantazgo como para Beatty, Jellicoe y, especialmente para la opinión pública británica, la batalla de Jutlandia fue una gran decepción. Antes incluso de que la Grand Fleet arribase a puerto, los rumores sobre una gran derrota habían comenzado a circular. El Almirantazgo, sabedor ya de la 'victoriosa' versión alemana, estaba ansioso por hacer una declaración oficial. Fue peor el remedio que la enfermedad. En el comuniqué del 1 de junio del Almirantazgo fue directo, prosaico y demasiado sincero para una opinión pública ávida de victorias y harta de sinsabores. El gobierno británico, con Asquith a la cabeza, lo consideró un error en toda regla. Jellicoe y sus informes fueron al rescate de un Royal Navy en puerto. El siguiente comunicado del 3 de junio suavizó las propias pérdidas, informó de las alemanas y lo principal, aseguró y reafirmó que el dominio de los mares permanecía indiscutiblemente en manos británicas.
El gobierno británico puso toda la carne en la prensas: al día siguiente, 4 de junio, el Almirantazgo volvió a emitir un comunicado exagerando las pérdidas alemanas y su ocultación por parte de las autoridades germanas. El hecho de que los alemanes informasen el 7 de junio de las bajas definitivas del Lützow y el Rostock ayudó en gran manera a suavizar en el Reino Unido la supuesta derrota y a comenzar asumir que la batalla había significado una victoria en cuanto se mantenía el bloqueo sobre Alemania y que la Royal Navy seguía siendo la Reina de los mares.
Conclusiones
Consideraciones a banda, y ciñiendose simplemente a un recuento de datos, los alemanes tenían muchas razones para considerar Jutlandia o Skagerrak como un triunfo. La Royal Navy había perdido tres cruceros de combates, tres cruceros acorazados y trece destructores. Los alemanes un crucero de combate, un pre-dreadnought o acorazado de 2a clase, cuatro cruceros ligeros y cinco destructores. En toneladas hundidas, los alemanes también eran claros vencedores: 112.000 Tn por 60.000 británicas. Y en el apartado bajas la victoria también era clara: los británicos sufrieron unas 6100 por 2500 alemanas.
Consideraciones a banda, y ciñiendose simplemente a un recuento de datos, los alemanes tenían muchas razones para considerar Jutlandia o Skagerrak como un triunfo. La Royal Navy había perdido tres cruceros de combates, tres cruceros acorazados y trece destructores. Los alemanes un crucero de combate, un pre-dreadnought o acorazado de 2a clase, cuatro cruceros ligeros y cinco destructores. En toneladas hundidas, los alemanes también eran claros vencedores: 112.000 Tn por 60.000 británicas. Y en el apartado bajas la victoria también era clara: los británicos sufrieron unas 6100 por 2500 alemanas.
No obstante, desde un punto de vista más global en la guerra, la supuesta victoria alemana quedaba ensombrecida por el peso de los hechos. Como dijo un periodista americano, "la armada imperial alemana ha asaltado a su carcelero pero permanece todavía en prisión". La victoria estratégica quedó en manos británicas. Las bajas de la Grand Fleet fueron duras pero rápidamente reemplazadas y el margen de superioridad naval de los ingleses no se vio afectado. Si bien es cierto que la Hochseeflotte había inflingido un duro correctivo a la Grand Fleet, sus resultados a corto, medio y largo plazo fueron nulos y determinantes para el resultado final de la guerra. Consciente de su suerte y de la immensa superioridad británica, la Hochsee no volvió a hacerse a la mar como en mayo de 1916. Su triunfo, más que pírrico fue estéril y Scheer lo supo desde el primer momento. De hecho no buscó más aventuras navales y abogó a finales de 1916 por una guerra submarina sin cuartel para doblegar la superioridad británica en los mares, que no llegaría a producirse a pesar de estar muy cerca.
Fuentes
. La Bataille du Jutland ... récits ... de soixante officiers de la Grand Fleet. Paris: Payot, 1927
. Campbell, John. Jutland: An Analysis of the Fighting. London: Conway Maritime Press, 1998.
. Halpern, Paul G. A Naval History of World War I. London: Routledge, 1994.
. Hase, Georg von. La Bataille du Jutland vue du "Derfflinger" ... . Paris : Payot & Cie, 1922
. Corbett, Julian. History of the Great War - Naval Operations
. Jellicoe, John Rushworth. La Gran flota británica (1914-1916) : operaciones navales en el Mar del Norte desde la ruptura de hostilidades hasta después de la batalla de Jutlandia. Barcelona: Seix & Barral, 1920.
. London, Charles. Jutland 1916 : Clash of the Dreadnoughts. Oxford: Osprey, 2000. Parcialmente digitalizado.
. Scheer, Reinhard. Mémoires de L'Amiral Scheer, Commandant en chef de la Flotte allemande de Haute Mer pendant la Guerre Mondiale. Paris: Payot, 1924.
. Steel, Nigel; Hart, Peter. Jutland 1916: Death in the Grey Wastes. London: Cassell, 2004.
. Battle of Jutland, 31.05-1.6.1916
. The Battle of Jutland
. La Bataille du Jutland ... récits ... de soixante officiers de la Grand Fleet. Paris: Payot, 1927
. Campbell, John. Jutland: An Analysis of the Fighting. London: Conway Maritime Press, 1998.
. Halpern, Paul G. A Naval History of World War I. London: Routledge, 1994.
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. Jellicoe, John Rushworth. La Gran flota británica (1914-1916) : operaciones navales en el Mar del Norte desde la ruptura de hostilidades hasta después de la batalla de Jutlandia. Barcelona: Seix & Barral, 1920.
. London, Charles. Jutland 1916 : Clash of the Dreadnoughts. Oxford: Osprey, 2000. Parcialmente digitalizado.
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. Battle of Jutland, 31.05-1.6.1916
. The Battle of Jutland

